inmigración

Simularon la patera cuando descansaba el capitán

Los 13 supuestos inmigrantes llegados a Santiago del Teide eran tripulantes de un pesquero, a los que desembarcó el cocinero de madrugada con la ‘lancha’ salvavidas
Supuesta patera llegada a Tenerife

Supuesta patera llegada a Tenerife

Desde que llegaron las emergencias, alguno con tanta experiencia como para recordar de primera mano la hecatombe humanitaria acaecida con las pateras y los cayucos que tenían Canarias como destino en el segundo lustro de este siglo, ya se dieron cuenta de que no era normal que aquellas personas, supuestamente recién llegadas en la madrugada del pasado viernes a Playa Chica (Santiago del Teide), tuvieran las ropas tan secas y el calzado cerrado. Tampoco fue difícil para la Guardia Civil advertir de que algo no cuadraba, sobre todo cuando se percataron de que la presunta patera tenía nombre español: Nuevo San Luis. Si le añadimos que los vecinos que dieron la alerta explicaron que primero vieron a cinco subsaharianos, pero ninguna embarcación, y que luego esta apareció con ocho más, la cosa estaba clara: la patera no era tal. Como quiera que pescadores tinerfeños detectaron esa noche la presencia de un pesquero no habitual por estos lares, la hipótesis de un barco nodriza (como puso de manifiesto en su día DIARIO DE AVISOS) ganó cuerpo ese mismo día, pero la investigación terminó por desvelar que lo sucedido no se explicaba tan fácilmente.

El Nuevo San Luis, como informó este periódico, es un pesquero de bandera española que había partido el pasado 22 de junio de un puerto de Senegal con 18 hombres a bordo, de los que solo dos o tres (el capitán incluido) son españoles, mientras que el resto son naturales de países como el citado Senegal, Guinea Conakry y Mali.

Barco pesquero que hizo de supuesto buque nodriza

Aunque no hay confirmación oficial, fuentes conocedoras del caso detallan que aquella madrugada el pesquero se encontraba cerca de la costa tinerfeña porque se estaba aprovisionando de carnada viva. Al parecer, mientras dormía el capitán, presuntamente fue el cocinero quien puso en práctica un plan preconcebido o se dejó llevar por la ocurrencia, acercó a tierra a cinco de los tripulantes con la lancha salvavidas del pesquero, que no deja de ser una barquilla de madera similar a una patera. Se ve que la idea cuajó, porque al volver al pesquero de inmediato hizo otro viaje a tierra, esta vez con ocho tripulantes, para un total de 13. Cuando el capitán despertó, se encontró con que solo le quedaban cuatro tripulantes (con él, cinco), pero pronto recuperó al grueso de la marinería, pero no en las condiciones que hubiera preferido.

No había acabado el día y la Guardia Civil, entre cuyas competencias está la vigilancia costera, ya había demostrado que estamos ante funcionarios competentes. No solo no se tragaron el ardid de la falsa patera, sino que ya habían interceptado el pesquero y lo habían conducido hasta el puerto de Los Cristianos (Arona), donde estuvieron el tiempo necesario para que volvieran a embarcar los 13 arribados a Santiago del Teide y, finalmente, conducir el Nuevo San Luis, con su tripulación, hasta Santa Cruz de Tenerife, en cuya Dársena Pesquera permanece desde entonces pasando la obligatoria cuarentena, dado que uno de sus marineros dio positivo tras realizarle las pruebas de la Covid-19 (PCR y serología), aunque con muy baja carga viral. Los demás tripulantes, 17, han dado negativo, en información desvelada ayer por la Capitanía Marítima. Mientras tanto, la Guardia Civil revisa la documentación de los tripulantes y el propio pesquero, sin que no haya trascendido si, finalmente, se derivan o no responsabilidades penales o administrativas por lo que pasó mientras el capitán dormía.

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