
Este año, Chago Melián no cantará su Ave María a La Morenita, la ceremonia de los guanches no tomará la Plaza de La Patrona, La Guanchería no tratará de acompañar a la Virgen con sus chácaras y la Ofrenda Atlético Floral Virgen de Candelaria no llevará su ofrenda a los pies de la Imagen. Por todo ello, el prior de los Padres Dominicos de Candelaria y Rector de la Basílica, José Ramón Enjamio, advierte de que las celebraciones por el Día de La Patrona serán “atípicas”. Esto es a lo que ha abocado el coronavirus y la sensación que se les ha quedado a los otros protagonistas de esta festividad, con las que DIARIO DE AVISOS ha hablado, es de “pena”.
Pasar de cantar frente a la Virgen el ‘Ave María’ a ver los actos religiosos por la televisión será “extraño y doloroso” para Chago Melián. De hecho, el popular cantante canario guarda recuerdos muy valiosos de su participación en estas Fiestas, como el “silencio sepulcral” que se creaba cuando cantaba frente a miles de peregrinos y veía “la imagen y el dolor” de los mismos.
Estos eran para él “momentos emocionantes en los que se crea un vínculo entre la Virgen y el pueblo” y se ponía a pensar en “los amigos que están fuera, en los que tienen a sus familiares en el hospital o en aquellos a los que se les ha ido al cielo alguien a quien querían”.
No obstante, el cantante prefiere ser positivo y celebra que “de alguna manera, aunque sea a través de una pantalla, podremos pedir a la Virgen que el próximo año todo vuelva a la normalidad y que podamos verla frente a frente otra vez”.
Antes de ser recibida por la voz de Chago Melián, la Virgen llegaba acompañada por los guanches en un ritual que tiene más de 250 años de antigüedad y en el que se escenifica el descubrimiento de la Imagen, que según la tradición, tuvo lugar a finales del siglo XIV, antes de la Conquista de Tenerife.
José Antonio Pérez, integrante del colectivo Guanches de Candelaria, “nunca habría imaginado” que, tras más de dos siglos, la ceremonia un día no llegara a celebrarse.
El colectivo quería hacer este año simbólico, una escenificación sin presencia ciudadana, pero al final no se pudo llevar a cabo ante el riesgo de que se corriera la voz y que se produjeran aglomeraciones: “No podemos permitirnos que vengan personas de otras zonas de la Isla, porque lo primero es la seguridad”, lamentó.
A este acto acuden cada año en torno a 50.000 feligreses llegados desde toda Canarias. Para que se cumplieran las distancias, Pérez apunta que “acabaría formándose una cadena de personas, separadas por dos metros, que daría la vuelta a la Isla”. Así que con todo esto, se le quedará “la pena”.
Las chácaras y los bucios tampoco sonarán frente a la morenita el próximo sábado. La Guanchería, el grupo folclórico que lleva más de 20 años poniendo su música a la celebración vive estos días “con tristeza”. Amando, uno de sus componentes, asegura que para ellos el folclore es la parte más importante de su tiempo libre y que sin él, “la vida está derrumbada”.
La esperanza ahora, asegura, está puesta en la vacuna, y ve positivo que algunas estén en fases terminales de desarrollo: “Esperemos que a finales de este año o principios del próximo estemos hablando ya de noticias más positivas. Yo quiero pensar que la fiesta se hará el año que viene y que nosotros estaremos allí”, valora.
También con lo positivo se quiere quedar David, promotor de la Ofrenda Atlético Floral a la Virgen de Candelaria, quien este año ha impulsado una carrera virtual cuya participación, con un precio simbólico de 3 euros, irá destinada íntegramente a la donación de alimentos.
Cerca de 1.000 almas salían el año pasado desde el barrio de La Salud hasta la Basílica de Candelaria. Con ellas, sus sueños, sus deseos de progreso y sus ruegos por la salud o el fin de los conflictos que les atormentaban. Mañana, sin embargo, la Virgen les atenderá a distancia. Y como dice el prior de la Basílica, “hay que confiar siempre en que las promesas se cumplen”.