arona

Arde Arona: PSOE y oposición asedian al alcalde, que resiste en los tribunales

El alcalde, ausente por enfermedad en el bronco Pleno de ayer, recurre a la vía judicial: presenta una demanda civil y pide medidas cautelares

Arona arde. La envenenada situación del grupo de Gobierno (PSOE) ha acabado por incendiar el Ayuntamiento, donde desde hace meses se libra una guerra sin cuartel que anoche adquirió una nueva dimensión en un pleno presidido por la tensión, la bronca y hasta el bochorno por momentos.

En el municipio de mayor población del Sur se ha abierto una frenética batalla sin tregua contra el tiempo en la que el alcalde, José Julián Mena, y sus concejales afines, por un lado, y el PSOE y el resto de grupos de la oposición, por otro, aprietan el acelerador para retener la Alcaldía o propiciar un relevo cuanto antes vía moción de censura.

El cronómetro ha empezado a correr desde que el alcalde presentara hace algo más de una semana en los Juzgados de Arona una demanda civil contra su expulsión del PSOE y solicitara medidas cautelares hasta que los tribunales resuelvan su salida del partido, un movimiento del que informó el secretario en la Junta de Portavoces extraordinaria previa al Pleno de ayer.

Los ediles socialistas críticos con Mena y los partidos de la oposición han activado toda la maquinaria para acorralar al alcalde y que este pase al grupo de no adscritos, lo que abriría la puerta a una moción de censura. Para ello, su ofensiva se intensifica contra el secretario del Ayuntamiento, Pedro Javier Hernández, que ayer vio cómo salía adelante una moción firmada y votada por concejales de todos los grupos “para que se designe, de manera urgente, a otro funcionario que informe en relación a la toma de conocimiento por el Pleno de la expulsión y pase a la condición de no adscrito”, en referencia a Mena.

La moción, que no es ejecutiva, se votó tras un receso de cinco minutos decretado por la presidencia del Pleno, que provocó airadas críticas de los concejales socialistas contrarios al alcalde y los ediles de la oposición, que no veían motivos para tal parón.

Todo apunta que el siguiente paso será la petición de un pleno extraordinario en el que los ediles del PSOE críticos con Mena y la oposición incluirían en el orden del día la toma en conocimiento de la expulsión del Partido Socialista del regidor y su pase al grupo de no adscritos, una cita para la que confían en que se ausente el actual secretario. Ese previsible pleno y las posibles medidas cautelares circulan por dos autopistas de alta velocidad paralelas y quien primero llegue a la meta es muy probable que se lleve el gato al agua.

Mena resiste en el grupo socialista

Sea como fuere, Mena, que ayer no asistió al Pleno por enfermedad, según manifestó la alcaldesa accidental Raquel García al inicio de la sesión, continúa formando parte del grupo municipal del PSOE.
La comunicación de su expulsión del partido y la petición de su pase al grupo de no adscritos planteada por el PSOE como un asunto de urgencia, tras haberse fijado el orden del día del Pleno, evitó que se abordara la cuestión, ya que el Reglamento Orgánico Municipal deja en manos de la Alcaldía, ayer accidental, la decisión de incluirlo o no. De ahí que no prosperara y quede sobre la mesa para una próxima sesión.

José Julián Mena confía en que la vía judicial a la que ha recurrido para invalidar su expulsión del PSOE, a través de una demanda civil y petición de medidas cautelares, le garantice la continuidad en la Alcaldía. Hasta ahora ha calculado minuciosamente sus movimientos para evitar pasos en falso.

En el Pleno de anoche, celebrado en el salón de actos del Centro Cívico Cabo Blanco, también prosperó la propuesta no decisoria, presentada por Coalición Canaria, de reprobación del alcalde. Su portavoz, José Ramón Rodríguez, calificó de “atropello político y de vulneración de los derechos fundamentales” la no convocatoria de hasta cuatro plenos ordinarios el año pasado (tres de ellos durante el estado de alarma), mientras que la portavoz del Partido Popular, Águeda Fumero, recordó que se trata de la segunda reprobación (tras la del 30 de julio de 2020) y recordó que el trabajo de la oposición es el de fiscalizar la labor del gobierno municipal.

“Arona no puede normalizar esta situación”, denunció Fumero, que lanzó una pregunta: “¿Cómo van a gobernar?”, en referencia a las últimas destituciones. En una línea similar se expresaron Francisco Niño (Ciudadanos) y Antonella Aliotti (Sí Podemos Arona).

Por su parte, el portavoz municipal del PSOE, Leopoldo Díaz Oda, recordó que el estado de alarma condicionó la celebración de los plenos, pero se convocaron, recordó, numerosas juntas de portavoces. “No hay ningún ánimo de silenciarles, ninguna mala intención por parte de este Gobierno municipal” y subrayó que en municipios como Granadilla de Abona, donde gobierna Coalición Canaria y Partido Popular, no se celebraron los plenos de febrero, marzo ni abril.

El clima de tensión y de enconado enfrentamiento entre unos y otros también tuvo reflejo en el patio de butacas, donde se escucharon aplausos, abucheos y reproches, lo que obligó a Raquel García -por momentos desbordada- a pedir silencio.

Quizá la frase más certera y atinada la pronunciaba un vecino, que comentaba, asombrado, con un acompañante, el clima de hostilidad y la guerra de nervios: “Con este odio, no vamos a ningún lado”.

TE PUEDE INTERESAR