“En tiempo récord y causando los menores perjuicios a la ciudadanía, con lo cual, ha sido todo un éxito”. Así se refirió ayer el consejero de Carreteras del Cabildo de Tenerife, Enrique Arriaga, a los trabajos que se ejecutan desde el sábado en la Autopista del Norte (TF-5) en concreto, en el tramo que discurre entre Los Realejos hasta San Juan de la Rambla, y que culminan hoy, tres días antes de lo previsto. Así, a partir de las 18.30 horas la vía quedará abierta nuevamente al tráfico.
El final de esta actuación, desarrollada para evitar el riesgo de desprendimientos en la zona, estaba planificada para el viernes. Sin embargo, la rapidez con la que se ha desarrollado, permitiendo eliminar las piedras de gran tamaño en el talud ubicado frente a la cafetería-gasolinera Mirador, en sentido Santa Cruz, en el punto kilométrico 43,6, ha provocado que la vía se pueda abrir antes, confirmó Arriaga.
Arriaga resaltó que la Corporación insular ya ha realizado varias inspecciones periódicas en la ladera para saber cómo está en cada momento. En este caso, viendo la evolución en la zona y ante el riesgo de nuevos derrumbes, se decidió cortar el tramo afectado y actuar para poder atajar cualquier problema que pudiera surgir.
Sin peligro
“Tal y como está ahora mismo la situación no hay ningún peligro de desprendimiento en la zona. Seguiremos inspeccionando frecuentemente y en función de lo que veamos, actuaremos. Si tenemos que volver a intervenir por seguridad de las personas, lo haremos. De momento, ese tramo está saneado y es seguro”, insistió.
Los trabajos se llevaron a cabo con tres equipos de escaladores, compuestos por dos personas cada uno, más un dispositivo con dos camiones, dos palas y varios operarios. En total, se requirieron unas 25 personas porque el corte era muy largo, cerca de un kilómetro y cada día fue necesario montar y desmontar todos los elementos.
Al respecto, el director insular de Carreteras, Tomás Félix García, remarcó la implicación de las empresas Señalizaciones Villar y Traverca -esta última dedicada a los trabajos verticales- y los técnicos del área de Carreteras, “que han trabajado sin descanso” para lograr que la apertura del tramo afectado sea hoy una realidad.
Debido a los desprendimientos en la calzada, para facilitar el tránsito de los vehículos pesados por las ventanas que había autorizado el Cabildo, fue necesario mantener ésta limpia de 12.00 a 13.00 horas, igual que se hará hoy. Para ello se contó con maquinaria pesada cuyos operarios procedieron con mucha celeridad a cargar el material y trasladarlo a un vertedero autorizado. En cualquier caso, el número de este tipo de vehículos fue menor al esperado, sostuvo el consejero insular.
Respecto a las retenciones que se formaron, apuntó que eran “inevitables” y que en líneas generales que “había salido todo bien. Se produjeron colas porque siempre el desvío es con varios Ceda el Paso y hay que incorporarse a una carretera más pequeña. Siempre las va a haber”, insistió Arriaga por último.