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Se ampliará la protección de San Blas para recolocar a los menceyes

El Ayuntamiento de Candelaria también pedirá un estudio a Costas de la actual situación de las edificaciones de calle La Arena cuya trasera está siendo afectada por las mareas
Edificios en la calle La Arena. Como su nombre indica está situadas justo sobre la arena de la playa Los Guanches. / FRAN PALLERO

Mientras Romen y Tegueste duermen en una nave municipal, el Ayuntamiento de Candelaria ya ha iniciado contactos con el Cabildo y Costas para prolongar la protección marítima del paseo de San Blas y recolocar, cuanto antes, las dos esculturas de bronce de José Abad desmontadas hace una semana cuando cedió el piso donde estaban las grandes piedras que la sustentaban, y que también corren peligro de hundirse.

Según detalla Jorge Baute, concejal de Obras y Servicios, la idea es la de aumentar la protección marina que ya se hizo en el paseo de San Blas -que ahora ha vuelto a ser cerrado por alguna afectación cerca de la cueva de la Virgen- en junio de 2015, cuando Cabildo y Ayuntamiento invirtieron casi 600.000 euros. Los trabajos realizados consistieron en el refuerzo de la base de cimentación del muro, socavado por el oleaje, y la colocación de una escollera para protegerlo de los temporales marinos y la batida de las olas, fenómenos muy comunes en la zona, desde que que se construyeron los puertos de La Galera y se amplió el muelle pesquero, que cambiaron las mareas sobre lo que hasta hace 60 años era una playa y hoy es la plaza de la Patrona de Canarias.
Esas obras para defender el convento dominico, la cueva e Achbinico y la estación de bombeo situadas en el paseo, también conllevó la reparación y mejora del emisario submarino con un importe de algo más de 700.000 euros, para evitar la contaminación en la playa de Los Guanches.

Así están las traseras de alunas viviendas o edificios en la calle La Arena / FRAN PALLERO

Seis años después, los efectos de las llamadas mareas largas se han ido trasladando junto en la intersección entre el paseo y la plaza, de tal guisa que las primeras víctimas han sido las esculturas de los guanches más cercanos a la Basílica, Romen y Tegueste. El efecto del mar fue horadando el subsuelo de tal manera que lo que parecía poca cosa el lunes se convirtió en un socavón el viernes, obligando a la evacuación de las esculturas ante el riesgo de desplome.

Aparte de esta actuación de emergencia, Jorge Baute, recordó que “se le ha pedido a Costas que haga un estudio de la situación actual de los inmuebles de la calle de La Arena cuya trasera da al mar”, porque hay temor que alguno de ellos esté sufriendo “en silencio” desperfectos en sus cimientos de los que luego “podemos lamentarnos”. La alcaldesa, Mari Brito, también ha pedido a los propietarios, una vigilancia estrecha de sus edificios, para en caso necesario actuar antes de que sea demasiado tarde.

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