Los vecinos de El Médano, que llevaban meses padeciendo vibraciones y ruidos en sus viviendas hasta la semana pasada, consideran que “ahora no tiene sentido” la realización de un estudio de medición en sus casas, que se llevará a cabo este lunes, como les ha comunicado una empresa especializada por encargo de la Autoridad Portuaria y técnicos del Ayuntamiento de Granadilla.
Tal como informó esta semana DIARIO DE AVISOS, la gestión directa de un vecino que contactó en Estados Unidos con la empresa propietaria de la plataforma petrolífera atracada en el puerto de Granadilla puso fin al martirio diario que impedía conciliar el sueño con normalidad a los residentes entre la zona de Pelada y Los Balos.
Tras la llamada, los directivos de la compañía activaron un protocolo específico para estos casos y procedieron a realizar “algunas modificaciones en los motores”, explicó a este periódico Nayra Rojas, portavoz de los vecinos, tras las cuales la normalidad, confirmó, volvió a los domicilios. “Desde ese día por fin podemos descansar, las vibraciones han desaparecido”, explicó.
Por ese motivo, los vecinos creen que el anuncio de las mediciones técnicas llega “tarde y mal”, por lo que piden que, antes de acceder a sus viviendas, les expliquen por escrito el protocolo de actuación que van a seguir. “Ahora, tantos meses después, parece que les han entrado las prisas, cuando el problema ya lo hemos solucionado”, afirmó.
Los afectados consideran que tanto la Autoridad Portuaria como el Ayuntamiento deben aprender la lección tras esta incidencia y adoptar medidas protocolarias para evitar que se repitan episodios similares cuando lleguen al puerto nuevas plataformas petrolíferas.
estación a tiempo real
Una de sus principales reivindicaciones es la creación de una estación medidora a tiempo real que permita conocer a los ciudadanos, vía telemática, cualquier contratiempo de estas características que se produzca en el puerto industrial de Granadilla.
El malestar vecinal se escenificó el fin de semana pasado con una caravana de coches y bicicletas que reunió a 300 personas, según los convocantes, bajo el lema Plataformas no, silencio, sí.
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