
“Cada día nos despertamos pensando que hoy es el día y que lo encontraremos para darle la sepultura que merece, de ahí sacamos la fuerza”, manifestó ayer a DIARIO DE AVISOS Marina García, prima y portavoz de la familia de Francis, el pescador de Tajao que cayó al mar el pasado 20 de junio en la costa de Granadilla de Abona arrastrado por una nasa que se le enganchó en una pierna cuando faenaba a bordo del barco Punta Abona.
Dos meses y medio después su familia no pierde la esperanza de hallar su cuerpo, aunque reconoce que la angustia dura ya demasiado tiempo y el cansancio físico y psicológico empiezan a hacer mella. “Hay días que nos venimos un poco abajo porque esto se está haciendo muy largo, pero seguiremos buscando mientras tengamos recursos”, asegura la portavoz, que reconoce que la tarea más difícil es mantener con ánimo a la familia. “Su madre nos mira buscando una respuesta y no se la podemos dar”, manifiesta.
Desde aquel fatídico 20 de junio, la respuesta de familiares, vecinos, pescadores y voluntarios ha sido ejemplar. “Los primeros días te encontrabas con gente por la calle que te venían llorando, porque conocían a Francis, y preguntaban de qué manera podían ayudar”, explica Marina.
Cada día se organizan batidas a pie por la costa entre el muelle de Granadilla y Los Abrigos, se convocan reuniones para diseñar estrategias de búsqueda, se aporta la logística que necesitan los buzos para las inmersiones y se realizan llamamientos para incorporar nuevos medios humanos y materiales. Un despliegue apuntalado por las aportaciones de donantes en una cuenta abierta en La Caixa, que ha permitido la contratación de un robot submarino.
“En los últimos 30 años no ha habido una búsqueda privada en el mar como esta”, sostiene Marina, que confirmó la aportación de ayuda desde el Cabildo, “que ya estamos utilizando”, pero lamentó el silencio de otras administraciones. “Al principio estábamos perdidos y nos dirigimos a la Subdelegación del Gobierno y todavía hoy seguimos esperando respuesta”.
La familia define a Francis, de 47 años, como una persona “bondadosa” y “generosa”. “No tenía malicia ninguna, si tenía un euro era tan tuyo como de él”. Marina, que agradeció especialmente la labor de los buzos y el trabajo de Moisés Pires, coordinador de la búsqueda, no se explica cómo el cuerpo de Francis todavía no ha emergido. “Nos parece mentira que no haya salido a flote después de tanto tiempo, porque de haberlo hecho alguien lo hubiera visto este verano con tanto barco, lanchas y motos acuáticas”. Una circunstancia que lleva a pensar a la familia y a los equipos de búsqueda que el cuerpo del pescador permanece en el lugar donde cayó, a un kilómetro de la costa entre el puerto industrial y la zona de Montaña Pelada y a casi 100 metros de profundidad. “Tenemos en nuestra cabeza que puede seguir enganchado y que en cualquier momento se puede soltar”, indica.
Moisés Pires, que ha participado en operaciones como la del Prestige, en Galicia, o Costa Concordia, en Italia, explicó a este periódico que las tareas han entrado en la “fase profunda”, lo que ha llevado a dividir la zona de rastreo en dos áreas, una “interior”, que se extiende desde la punta del muelle de Granadilla hasta Montaña Roja, y otra “exterior”, para lo que es necesario el uso de robots submarinos y sonares de barrido lateral, que permiten cartografiar los fondos marinos.