La estación de servicio La Chasnera, conocida desde hace años como Surtidor de la Suerte, mantiene su idilio con la lotería de Navidad, al volver a repartir décimos de los grandes premios por noveno año consecutivo, aunque en esta ocasión haya pasado de largo el Gordo, el segundo y el tercer premio, como lo hizo, por otra parte, en toda la provincia tinerfeña, superada, en esta ocasión, por los vecinos de Las Palmas, agraciados con 160 millones de euros.
En La Chasnera volvió a vivirse ayer la emoción y la ilusión como cada 22 de diciembre, pero sin duda mucho más contenida que otros años, ya no tanto por la modestia de los premios que allí cayeron (dos cuartos y dos quintos), sino por el evidente desánimo en el anda sumida la población, por el elevado número de contagios en Tenerife como consecuencia de la sexta ola de la COVID, que no permite que llegue la normalidad deseada, y menos cuando los abrazos y besos de estas fechas se tienen que aplazar o realizar de manera virtual.
Casi coincidiendo con la salida del sol, cuando ya se notaba su presencia sobre las cristaleras de la tienda de la estación de servicio del kilómetro 54 de la TF-1 en sentido sur, a las 8.24 horas salía del bombo el primer gran premio, un quinto (92.052), y todos los allí presentes esbozamos una sonrisa cómplice al conocer casi de inmediato que había caído en La Chasnera. Volvíamos a recordar el Día de la Marmota con José Miguel y José Ángel González, el propietario y gerente de la gasolinera (todavía no habían llegado Miriam y Aarón, los otros dos hijos del dueño). Salieron el segundo y tercer premio, pero esta vez no se pararon en Granadilla de Abona, ya con su alcalde, José Domingo Regalado, en la gasolinera. A las 10.11 horas volvió a ascenderse el ánimo. Los dos cuartos premios caían en La Chasnera, con ocho décimos del 48.833 y uno del 91.179.
Todos seguían expectantes a la salida del Gordo, que, como el año pasado, salió de su letargo pasadas las 11 de la mañana (11.12 horas exactamente), pero en esta ocasión no ocurrió como en 2017, 2018 y 2020: La Chasnera se quedaba en blanco.
Aún quedaban varios quintos por salir, y no fue hasta el último, ya superado el mediodía, cuando se terminó la faena con otra visita de la fortuna al Surtidor de la Suerte. El 89.109 dejaba ocho décimos premiados y daba paso al tradicional descorche de sidra de los González y sus empleadas del receptor que más décimos vende de Canarias y el tercero de España.
Esos cuatro pellizcos (dos cuartos y dos quintos) supusieron 240.000 euros para los afortunados, que un año más volvieron a depositar su confianza en La Chasnera, que desde 2013 no falla, aunque en esta ocasión la cosecha fuera mucho más modesta que en años anteriores, algo que José Ángel González entiende como normal, porque “es un juego y no podemos ganar siempre, ya nos vale que en nueve años siempre hayamos dado premios”. Tiene la esperanza de que “nos toque el Niño”, reconociendo que “este año las ventas han sido mucho mejores que en 2020, pero estamos aún lejos de 2019”, haciendo hincapié en el daño que está haciendo, en todos los sectores, la pandemia.
La enorme racha
La fama de La Chasnera comenzó a granjearse en 2013, cuando repartió nada menos que 200 millones de euros (todo el segundo premio). Desde entonces no ha fallado a la cita con la fortuna: 2014 (1,4 millones del segundo premio), 2015 (un cuarto y dos quintos premios), 2016 (20 décimos del segundo premio, un cuarto y dos quintos), 2017 (3,2 millones de euros, con un décimo del Gordo, 32 del segundo, 20 de un quinto y 750.000 euros del Niño), 2018 (26 décimos del Gordo, nueve de un cuarto y 13 de un quinto), 2019 (dos quintos premios y el segundo del Niño) y 2020 (dos décimos del Gordo, ocho de un cuarto y un quinto, con poco más de un millón de euros).
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