
Los alumnos de la Universidad de La Laguna (ULL) llevan días exigiendo la docencia semipresencial debido a la tendencia alcista de contagios de COVID-19 que en estos momentos sufre la isla de Tenerife, que se encuentra en el nivel 4 de alerta desde la semana pasada. La vuelta a las clases después de las fiestas navideñas ha motivado la polémica entre el estudiantado y la institución lagunera después de que los ministerios de Sanidad y Educación acordaran que fuera totalmente presencial.
Pese a que muchos supuestos damnificados aseguran que las aulas incumplen las medidas de contingencia contra el coronavirus, como la ventilación o la distancia mínima de seguridad, son los estudiantes del segundo curso de Fisioterapia de la ULL quienes han plasmado en imágenes el abarrotamiento de las mismas.
“Nuestra facultad cuenta con clases que tienen un aforo máximo de 45 personas, pero en la gran mayoría de las asignaturas somos 60 las matriculadas, llegando a alcanzar los 80 compañeros en una materia en particular”, ha declarado a DIARIO DE AVISOS una de las afectadas. Según se aprecia en las fotografías, los jóvenes -todos llevan puesta la mascarilla- apenas pueden mantener los dos metros de separación e incluso una de las universitarias aparece sentada sobre una mesa mientras toma apuntes con su portátil.

La citada promoción del Grado en Fisioterapia lleva desde el inicio del curso escolar presentando su queja a los responsables, que “nos dan la opción de cambiarnos de aula, a pesar de no distar mucho de las capacidades de la nuestra”. Al parecer, la sala -también ubicada en la facultad- se utiliza para la ejecución de las prácticas pertinentes donde se almacenan camillas, armarios y jaulas de tracción, entre otros elementos. “Nos aseguran que en muy poco tiempo podemos usarla como aula de clases teóricas, pero a día de hoy, tres meses después de presentar nuestra primera reclamación, seguimos en las mismas condiciones; o peores, dado el empeoramiento de los indicadores epidemiológicos”, explican.
Los alumnos, que “hemos agotado todas las vías diplomáticas”, manifiestan sentirse boicoteados en un panorama en el que, día tras día, se incrementa el número de compañeros que deben permanecer confinados en sus viviendas tras un resultado positivo en COVID-19. Junto al resto de representantes estudiantiles, abogan por una docencia semipresencial ante la amenaza de nuevos contagios en las aulas. “Enseñanza de calidad, ¿para quién y a qué precio?”, concluyen los futuros fisioterapeutas.
