El amor a unos colores no se demuestra con palabras. Se demuestra con hechos. Con acciones tan sorprendentes como la que hizo Jaime Méndez Mohamed el pasado fin de semana. Este tinerfeño afincado en Londres se recorrió más de 2.500 kilómetros tan solo para animar al CD Tenerife en las gradas del Estadio Municipal de Santo Domingo. Viajó expresamente desde la capital británica a la española para ver cómo su equipo vencía (0-2) al Alcorcón y se colocaba tercero en la clasificación. Una experiencia maravillosa que Jaime relata a DIARIO DE AVISOS.
“Tenía la fecha de este partido marcada desde hace tiempo. Cuando se concretó el horario, cerré la estancia con una prima que reside en Madrid. Siempre había querido desplazarme, pero no había podido. Unas veces por el tema de la COVID y otras porque antes vivía en Luxemburgo y los billetes eran muy caros si los coges a falta de algunas semanas del choque. Esta vez cuadró todo perfecto y, después de pedirle dos días a la empresa, llegué a Madrid el viernes. Lo que no esperaba era que el Tenerife estuviera tan bien a estas alturas y lo que ilusiona su temporada. Faltan 14 o 15 partidos para que acabe el campeonato y ya la gente ve que esta puede ser la temporada”, relata Jaime, abonado al Tenerife desde que Rafa Benítez estaba en el banquillo blanquiazul.
El del pasado fin de semana fue su primer desplazamiento para ver al equipo desde el año 2018, que es cuando hizo las maletas y se decidió a residir fuera de la Isla por cuestiones de trabajo. Asegura que su amor al Tenerife está latente “desde que tengo uso de razón” y así seguirá. Es por eso que repetirá la experiencia de este fin de semana si el equipo entrenado por Luis Miguel Ramis logra clasificarse para disputar los play-off de ascenso. “Tengo esa intención. Lo más sencillo es ir a Madrid, pero también tengo la idea de ir a algún otro partido del Tenerife fuera. Me gustaría ir al de Ipurúa, pero no me he sentado a cuadrar fechas y demás. Y más después de la experiencia vivida”.
No es de extrañar que Jaime quiera repetir. En Santo Domingo se citaron más de 300 blanquiazules que vieron, en directo, cómo su equipo vencía al colista y reforzaba su candidatura a todo. El buen rollo entre los seguidores fue la tónica del partido y a eso hay que unir la comunión existente con los jugadores y el cuerpo técnico.
Varios jugadores se acercaron a la grada donde estaban ubicados los blanquiazules para agradecerles el apoyo. También hizo lo mismo el propio Ramis, quien se acercó al sector chicharrero para aplaudirles. “Los aficionados nos volcamos desde las horas previas. Quedamos varias horas antes del choque e hicimos piña. Entramos juntos al estadio y demostramos unión. Luego veías en las caras de los jugadores el compromiso y eso es una cosa muy importante. Cuando recorres una distancia grande y los jugadores agradecen que estés ahí y el esfuerzo que has hecho, es impresionante. Este equipo ha ido creando, poco a poco, esta unión con la grada a base de esfuerzo”, relata.
Y si a todo eso le sumas un triunfo tan convincente como el del domingo, fue la jornada perfecta para un seguidor que ayer regresó por la mañana a Londres para seguir con su vida.