Profesor durante 35 años, Damián Pérez Viera, decidió hace dos semanas abandonar la política tras 10 años y 8 meses como alcalde de Fasnia, su pueblo natal. Bajo las siglas del PSOE logró desbancar en 2011 al nacionalista Pedro Hernández Tejera, durante 23 años con el bastón de mando. Lo hizo con mayoría absoluta que repitió en las elecciones de 2015 y 2019. Ahora, con 67 años, y aludiendo a que necesita más tiempo para dedicarle a su familia y a su salud, ha cedido su testigo a Luis Javier González Delgado, desde el pasado martes el alcalde más joven (35 años) de Tenerife.
-¿Cómo fue su llegada a la política?
“Siempre había estado dedicado a mi profesión de maestro, y aunque es verdad que siempre estaba ligado al asociacionismo, nunca me había metido en política, hasta que un día, a un grupo de amigos un 12 de octubre en Los Roques nos surgió la bendita idea de presentarnos a las elecciones, y no solo ganamos las ganamos sino que lo hicimos con mayoría, con la enorme suerte de contar con la confianza de los fasnieros y hasta en tres ocasiones”.
-¿Cuando usted presentó la renuncia el día 7 ya sabía que Luis Javier González Delgado, número cinco en la lista electoral, iba a ser su sucesor?
“Nosotros formamos un grupo muy cohesionado y no hubo problemas para elegir a Luis Javier como el candidato a sustituirme, como ya se conocía casi desde el principio de este mandato, aunque tenía que ser ratificado por el grupo de gobierno, con la renuncia de los concejales que estaban por delante de él en la lista y por la asamblea de la agrupación local del PSOE, con una alegría tremenda, por ver la unanimidad que hubo en su elección”.
-Llegó usted al cargo en 2011 en pleno plan de ajustes de las administraciones y lo abandona tras otra crisis sanitaria y en vista de otra económica. Cogió el Ayuntamiento sin deudas, pero con apenas 100.000 euros para invertir. ¿Cómo ha podido trabajar así, en un Ayuntamiento con apenas recursos?
“Ahora cuando uno ve que el año pasado, este y el próximo puedes destinar el remanente de tesorería a obras, recuerdas cuando en 2011 ni siquiera disponíamos de dinero para aportar el 10% de obras que podrías hacer con el Cabildo, a través del Plan de Cooperación Municipal. Gracias a que formábamos a un equipo compacto, ahí fuimos ahorrando y haciendo los imprescindible para los vecinos, con pequeñas obras casi recicladas, aprendiendo a gestionar mejor con el paso de los años, gracias a la orientación del secretario e interventor, de quien me despedí más como un amigo que como un funcionario, sobre todo desde el 2015 hemos podido hacer aquello que antes se nos negaba y ahora me voy tranquilo con la rehabilitación de Los Roques, después de diez años, ya ejecutándose”.
-¿Se va con la sensación de que pudo hacer más de lo que ha hecho?
“Lo único que sé es que lo he hecho con toda la voluntad posible, pero siempre pienso que ha habido cosas que mejorar. En mi etapa de profesor siempre pensé que podía sacar mucho más de los alumnos y con Fasnia me pasa lo mismo. Pero creo que hoy Fasnia está mejor que en 2011, con proyectos encaminados para que el municipio esté aún mucho mejor dentro de unos años, con la posibilidad también de desbloquear el expediente del viejo cine y tener un inmueble cerrado para actos culturales”.
-Ganó por mayoría en 2011 y 2015, pero ya no quería repetir como candidato en 2019. ¿Por qué lo hizo?
“Si es verdad que dije en 2015 que sería la última, pero cuando me dijeron que Pedro Hernández Tejera y Germán García iban juntos en la candidatura de Coalición Canaria decidí presentarme, solo por una cuestión de mantener nuestra línea de trabajo, sin politiqueo, pensando siempre en el trabajo por Fasnia, incluso contando con la oposición, de la que siempre se debe aprender”.
-¿Quizás su peor momento como alcalde fueron aquellos primeros días del estado de alarma y el cierre de la residencia de mayores?
“Recuerdo aquellos días con 13 contagios en el centro de mayores y no saber qué hacer, sin mascarillas, sin nada. Fue muy duro. Todos desconocíamos lo que era aquella pandemia y estuvimos todos los días en el Ayuntamiento para contestar a los vecinos, aunque poco podíamos hacer porque no teníamos medios. Pero también la COVID ha descubierto el campo para algunos que ahora no quieren seguir viviendo en un piso en la ciudad. Fasnia es un buen lugar para el teletrabajo y este una oportunidad para rejuvenecer un municipio con mucha gente mayor”.
-¿Cómo está de salud?
“Pido perdón a aquellos que se sientan decepcionados por dejar ahora la Alcaldía, pero necesito dedicarle más tiempo a mi familia y a mi salud, ahora con la tensión por las nubes”.
¿Y es un adiós definitivo a la política?
“Casualmente hace una semana me hicieron una propuesta para coger un cargo en la ejecutiva insular del PSOE, pero cuando se lo dije a mi mujer, ya me avisó que me ponía la maleta en la puerta. Ayudaré al partido en lo que pueda, pero ya no me voy a dedicar a la política, solo a mi familia, a mi madre que cumplió este mes 94 años, a mis parras y por supuesto a mi salud”.