
La Victoria de Acentejo tendrá en breve su primer parque para perros en la finca Santa Eulalia, un antiguo vertedero de escombros de todo tipo, ubicado en el entorno de la Carretera Vieja, al que acudían no solo los vecinos del municipio a tirar todo tipo de basura sino también de las localidades aledañas.
El solar, que ocupa una superficie de 28.000 metros cuadrados, se empezó a acondicionar y limpiar desde comienzos del pasado año. Primeramente, fue necesario realizar un movimiento de tierras ya que el terreno no cumplía las normas debido al uso que se le había dado hasta momento, y se acotó la zona, precisa el alcalde, Juan Antonio García Abreu.
El segundo paso, gracias al personal contratado mediante los proyectos de empleo, fue construir unos muros de piedra, adecentar el terreno, y crear los jardines. En estos momentos, se ejecuta la fase central de la obra, se ha realizado el contrato para todo el vallado perimetral de la superficie y solo falta colocar las instalaciones de agua.
En este sentido, el mandatario confirma que los trabajos se retrasaron un poco debido a la falta de suministro de material y no se podrá abrir este primer trimestre del año como estaba inicialmente previsto, pero la idea del grupo de gobierno es hacerlo en los próximos meses ya que este parque es un reclamo de la ciudadanía y ese espacio en concreto, un lugar donde muchos vecinos acuden a pasear con sus mascotas.
No obstante, el proyecto que se contempla para Santa Eulalia es mucho más amplio y ambicioso y por lo tanto, será a largo plazo. Consiste en convertirlo en un gran parque verde con jardines, senderos, zona infantil, calistenia, aparcamientos, una cafetería- mirador y circuitos biosaludables.
El modelo a seguir es el del parque El Montillo, en el municipio vecino de La Matanza, aunque de dimensiones más pequeñas, apunta Juan Antonio García Abreu.
Zona de siembra y compostaje
En el caso de La Victoria de Acentejo, se añadirá una zona de siembra con varios pisos de vegetación que servirá para aminorar los problemas de cambio climático ya que las diferentes especies se aprovecharán como alimento entre unas a otras. Además, en el mismo punto se crearán composteras comunitarias donde se fabricará el compost que se utilizará en los jardines municipales con el consiguiente ahorro que ello supondrá para las arcas locales.