El campamento de Las Canteras, en el municipio de La Laguna -abierto en febrero de 2020 a raíz de la incesante llegada de pateras y cayucos-, está casi vacío y apenas alberga una treintena de personas. Así lo expuso ayer el representante de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) Hugo Tavares en la última sesión de las jornadas organizadas por el CGPJ y el Gobierno de Canarias.
Hace unos tres meses había 900 usuarios, detalló. Esta entidad ha atendido a casi 5.000 personas, de las que 2.651 han sido derivadas a la Península. Tavares apuntó que, cuando los migrantes se derivan, se pierde el su contacto y tutela, que pasa a las administraciones, aunque sí hay trabajadores que mantienen alguna relación con algunos de ellos. Un campamento de este tipo es algo “nuevo” para la organización: consiste es una “segunda acogida” para los migrantes tras la primera atención sanitaria al llegar a tierra.
El campamento de Las Canteras, con capacidad para 1.600 personas
El campamento de Las Canteras se creó con una capacidad de 1.600 personas, pero, debido a las restricciones de la pandemia, se fijó en 1.150 usuarios. El perfil habitual corresponde a inmigrantes en situación e vulnerabilidad social, económica o médica. El cambio climático es otra de las causas de la migración: “La motivación para lanzarse al mar es muy grande, porque en muchos países africanos hay un desespero del día a día”. Tavares puso como ejemplo de esta situación el caso de un conductor de Uber, en Nigeria, que emigró hasta en tres ocasiones a Libia y acabó en una red de esclavitud hasta que logró salir tras ser vendido a una familia de Ghana, y le confesó que “lo volvería a hacer”.
En nombre de Aacnur, Sophie Muller confirmó que han detectado que se ha ralentizado la llegada de personas en situación irregular desde África a España después de que este último país haya retomado las relaciones diplomáticas con Marruecos. Sophie Muller comentó que la mejora de la relaciones entre España y Marruecos puede influir en las rutas migratorias y resaltó que no se han visto “grandes saltos” de valla en Ceuta y Melilla, que se habían producido desde comienzos de 2022, y han constatado que parece que están cambiando las rutas migratorias.
No obstante, esta agencia de la ONU analiza “con calma” las eventuales tendencias derivadas de este acuerdo para conocer más sobre el perfil de los inmigrantes, su nacionalidad y cuáles son las razones por las que se van de sus países, declaró a los medios de comunicación.
Muller alertó de que a partir de ahora pueden incrementarse, con el buen tiempo, la llegada de embarcaciones y de que los traficantes se van a adaptar y a utilizar “no la vía más segura, sino la que funcione”.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas