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El cabreo monumental de los tinerfeños que no pudieron volver tras Hermine

Los pasajeros isleños critican la gestión de las compañías aéreas tras las cancelaciones del pasado fin de semana. Algunos han tenido que comprarse nuevos billetes
El cabreo monumental de los tinerfeños que no han podido volver tras Hermine
Así lucía el aeropuerto de Sevilla el pasado domingo, cuando se cancelaron cientos de vuelos con destino Canarias por el ciclón tropical. Cedida

Cientos de pasajeros se vieron afectados el pasado fin de semana por las numerosas cancelaciones de vuelos -850 según Aena- que tenían como destino alguno de los ocho aeropuertos canarios, debido al paso del ciclón tropical Hermine cerca de las Islas. Muchos de ellos permanecen a la espera de poder embarcar en un avión que les traiga de vuelta a casa, a pesar de que la alerta máxima por lluvias, viento y tormentas en el Archipiélago decayó el lunes. Otros, en cambio, han preferido comprar nuevos billetes.

“Se montó la de Dios”

Tere y Sandra viajaron de Tenerife a Sevilla el jueves y tenían que volver el domingo. Llegaron al aeropuerto de la capital andaluza en torno a las 15.00 horas. Una vez allí, el personal de Vueling les informó de que su vuelo había sido cancelado y que les proporcionaría el transporte y hospedaje en un hotel con “desayuno, almuerzo y cena incluidos”. Asimismo, se les confirmó que volarían a la Isla este viernes. 

“Se montó la de Dios porque éramos muchos”, cuenta Sandra desde el otro lado del teléfono. A ella y a su amiga las agruparon con otros 62 pasajeros que fueron trasladados en una guagua a un “hotel de carretera”, ubicado en el barrio de Pajaritos. El caso es que “el alojamiento se enteró cinco minutos antes de que llegaríamos y, por tanto, no estaba preparado”, asegura.  

A la mañana siguiente, les comunicaron que no podían quedarse más tiempo porque no tenían habitaciones disponibles. En este clima de incertidumbre, “cada uno de nosotros tuvo que coger un taxi para ir nuevamente al aeropuerto para protestar”. La compañía les indicó que les llevaría a otro hotel, pero la sorpresa fue mayúscula cuando acabaron en el mismo.

“No nos bajamos de la guagua; hicimos un motín”, asevera Sandra. “Estuvimos como dos horas dentro hasta que vino el jefe del transporte para intermediar entre Vueling y nosotros”, añade. Finalmente, los reubicaron en otro alojamiento más céntrico, donde siguen hospedados, solo con desayuno incluido. “El resto nos lo hemos tenido que pagar nosotros, también los transportes en taxi”. Así, Tere y Sandra, que estos días se han dejado un auténtico dineral, esperan con ansias a que llegue el viernes para poder volver a Tenerife.

“Lo han gestionado bastante mal”

Yurena aprovechó que estaba de vacaciones para pasar unos días en Algarve, en Portugal. Al igual que Sandra y Tere, tenía previsto volver por Sevilla el domingo. Se había pasado todo el día pendiente del correo por si le llegaba algún mensaje en el que le dijeran que su vuelo se había cancelado. Cuando fue a pasar el control de seguridad, se percató de que no le funcionaba el código de la tarjeta de embarque. 

Al revisar las pantallas del aeropuerto se dio cuenta de que, efectivamente, no iba a volver a la Isla el domingo. “Se formó una cola enorme en la parte de facturación”, señala a DIARIO DE AVISOS. Los pasajeros tuvieron que esperar hasta las 18.30 horas, cuando debía despegar el avión, para que el personal de la aerolínea les comunicara que los reubicarían en otro vuelo para el viernes. 

“Cuando vi que hacíamos escala en Barcelona, hablé con una azafata para poder ir ese mismo día, porque he vivido allí varios años. No me importaba volver a Tenerife el viernes”, explica. Tras varios intentos sin éxito, una trabajadora de la compañía logró que pudiera viajar a la Ciudad Condal el domingo, mientras que el resto de pasajeros se quedó cinco noches en hoteles de Sevilla. “Encima nos decían que no nos pusiéramos así, que era una cortesía de Vueling y no tenían la obligación de hacerlo”. 

“Yo tuve la suerte de poder ir a Barcelona y quedarme en casa de una amiga”, detalla Yurena, que ha preferido comprar un nuevo pasaje para viajar este jueves a la Isla, pues su marido le había preparado una sorpresa el viernes. “Yo entiendo que ha sido por problemas meteorológicos, que es una faena para la compañía, pero lo han gestionado bastante mal”. 

“Tuvimos que comprar otro billete”

Sonia también tuvo que comprar un nuevo billete para regresar a Tenerife desde Madrid. En principio, su vuelo estaba programado para las 9.00 horas del domingo. Ella y el resto de pasajeros llegaron a embarcar en el avión, que incluso dio vueltas por la pista. Finalmente, “el comandante nos comunicó que no íbamos a volar”. 

Tras desembarcar, los usuarios se dirigieron a la ventanilla de Iberia Express para reclamar. “Como teníamos margen de tiempo, nos dijeron que podrían ponernos en lista de espera para viajar en el vuelo de las cuatro. En ese momento estaban ofreciendo hotel, pero como había salido el de las once, teníamos la esperanza de poder viajar por la tarde”. 

El vuelo de las 16.00 horas se canceló poco después y las colas que se formaron en las ventanillas de la aerolínea fueron inmensas, asegura Sonia. Comenta que “vino el personal de Iberia Express para decirnos que no nos iban a dar hotel y que los vuelos siguientes estaban todos cogidos. Tuvimos que comprar otro billete para el martes con Vueling”. 

Cabe recordar que el domingo la cifra se disparó hasta un total de 540 vuelos cancelados y 52 desvíos, debido a la constante lluvia y la poca visibilidad, llegando incluso Eurocontrol a activar el ‘Rate 0‘ durante la tarde con Tenerife y Gran Canaria, lo que supuso que ningún avión pudiera despegar rumbo a estos destinos hasta las 23.00 horas. Ante este panorama, las aerolíneas han tenido que asumir la gestión del sinfín de pasajeros, que se vieron tirados y a la espera de una solución que no ha satisfecho a muchos de ellos.

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