La obra de la calle Dique supondrá la eliminación de unos 50 aparcamientos. Esta es la cifra de plazas que estima el concejal de Infraestructuras, Dámaso Arteaga, se perderán sumando las de la vía en la que se va a ejecutar la obra, que se convertirá en peatonal, y las que se van a perder al colocar los aparcamientos en batería del carril de la avenida marítima en dirección Santa Cruz en línea, para dotar de acera esta parte de la avenida, y hacer más seguro el aparcamiento.
Plazas que Arteaga asegura se verán compensadas, a su vez, con el cambio a batería de las que actualmente están en línea en el carril más próximo al mar de la avenida marítima, al menos durante la ejecución de la obra.
El edil asegura que, a pesar de que en la última reunión se llegó a un empate entre los vecinos y comerciantes que querían empezar las obras en enero y los que querían esperar a que estuvieran las plazas del aparcamiento del mamotreto, en el mes de abril, “si obtenemos el visto bueno del área de Movilidad para pasar a batería los aparcamientos del carril más próximo al mar, comenzaremos la obra en enero”. Con esta medida se paliaría la falta de estacionamiento hasta que se habilitaran las casi 300 plazas de la cabecera de playa.
Una decisión esta que, además, lleva aparejada la reducción de la entrada a la playa a un solo carril y que, según Arteaga, no supondrá un problema para la movilidad. “La avenida ya se convierte en un solo carril hacia el final, por lo que, de aplicarse este cambio, solo adelantamos 300 metros la conversión a un solo carril”, dijo.
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