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Santa Cruz comienza la obra para asegurar la estructura del puente de Bravo Murillo

Se iniciará la reparación de la parte baja desde este lunes, cuya principal consecuencia es la pérdida de 21 plazas de aparcamiento delante del MUNA durante ocho meses
Esta primera parte de la obra del puente de Bravo Murillo no afectará al tráfico, aunque sí que supone eliminar aparcamientos.
Esta primera parte de la obra del puente de Bravo Murillo no afectará al tráfico, aunque sí que supone eliminar aparcamientos. DA

Será este lunes cuando se comience la primera fase de la obra de sustitución y reparación de los puentes sobre el Barranco de Santos y la Avenida Marítima.
Concretamente, se trata de la rehabilitación del puente de Bravo Murillo, una obra que consistirá en la reparación estructural de la parte inferior (tablero, pilas y zapatas) y la parte superior (impermeabilización, reposición de firme, pavimento, acera y bordillos), todo dirigido a asegurar la estructura, que se ha viso seriamente afectada por los acarreos y avenidas del Barranco de Santos.

Durante los próximos seis meses, la obra se centrará en la parte baja del puente, por lo que la circulación, incluida la del tranvía, no se verá afectada. Será en la segunda parte de esta intervención cuando se afecte al tráfico, momento en el que se informará sobre cómo y cuándo se van a desarrollar.

De momento, tal y como informa el concejal de Obras e Infraestructuras, Dámaso Arteaga, la principal afección que tendrá el comienzo de la obra es la eliminación de la bolsa de aparcamientos ubicada entre la Agencia Tributaria y el Museo de la Naturaleza y Arqueología (MUNA), compuesta por unas 21 plazas, que, desde este lunes hasta el final de la intervención, dentro de ocho meses, estarán fuera de servicio, ya que se destinará al acopio de materiales y casetas de obra.

Esta intervención cuenta con un presupuesto base de licitación de 945.950 euros y ha sido adjudicada a la empresa Freyssinet SAU. La intervención busca abordar el deterioro que presenta la estructura, que soporta la plataforma de la avenida Bravo Murillo, y que podría llevar al colapso de la estructura.

Según explicó Arteaga, “los principales daños tienen que ver con las avenidas de agua y los acarreos del barranco, que han ido afectado de forma importante a la estructura, por lo que, con esta obra, la idea es garantizar la estabilidad del tablero”.

Así, según se detalla en el proyecto, en los próximos meses las tareas principales a llevar a cabo en la zona inferior del puente son las de excavación y la limpieza del barranco debajo del tablero. Se instalará una plataforma de trabajo a modo de andamio que lleva aparejado incluso el desvío del posible caudal de agua que baje por el barranco, y que, en caso de que sea demasiado alto, se procederá a desmontar el andamio y se parará la obra para garantizar la seguridad de los trabajadores.

Picado del hormigón deteriorado, limpieza de los paramentos y armaduras vistas, reparación con mortero y aplicación de tratamiento inhibidor de la corrosión son algunos de los trabajos a realizar.

En cuanto a la parte superior, que se iniciaría ya en primavera, consistirán en demoler el pavimento de acera, bordillos y pavimento asfáltico, para colocar un sistema de impermeabilización de la acera y plaza de Europa. Esta parte durará dos meses.

La intervención en Bravo Murillo es la primera de cuatro previstas, ya que otras tres estructuras similares se sitúan desde la desembocadura en la dársena del Puerto hasta aguas arriba, donde el cauce deja de estar cubierto.

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