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De cómo un símbolo de toda Canarias llegó a una isla

El músico José Luis Hernández Ramos publica ‘El timple en Tenerife: constructores y timplistas’, una investigación académica que ha dado lugar a un novedoso libro
José Luis Hernández Ramos. / DA

Cuando José Luis Hernández Ramos comenzó a explorar la historia del timple en Tenerife, a través de sus intérpretes solistas y de sus constructores más destacados, una de las listas que escribió como punto de partida para su tarea fue la de los artesanos tinerfeños de los que él tenía conocimiento. La relación, explica, no iba más allá de una decena de nombres. Al concluir su investigación, en esa misma lista figuraba medio centenar de lutieres de Tenerife.

Esto, expone el joven guitarrista tinerfeño, refleja de entrada dos cosas: el conocimiento que le ha brindado el proyecto según iba avanzando en su realización, pero también la escasa bibliografía y documentos existentes, más allá de unos cuantos libros y trabajos de incuestionable interés, acerca de la materia investigada. Un proceso que ahora ha culminado con la publicación de un libro, El timple en Tenerife: constructores y timplistas (LeCanarien Ediciones, 2022).

“Estudié guitarra clásica en el Conservatorio Superior de Música de Canarias, en Santa Cruz de Tenerife, y me disponía a hacer el trabajo de fin de carrera”, detalla Hernández Ramos. “Me puse a pensar sobre qué tema podía hacer ese trabajo de fin de estudios, qué cuestiones eran más afines a mis gustos e intereses y, al mismo tiempo, me podían resultar más provechosas. Antes incluso que mis estudios de guitarra, ya tocaba el timple, desde que era un niño, con los grupos de folclore y haciendo mis pinitos como solista. De manera que, sin saber aún muy bien qué o cómo, decidí hacer esa investigación sobre el timple”.

‘El timple en Tenerife’ ha sido publicado por LeCanarien Ediciones. / DA

El timple en Tenerife: constructores y timplistas se vertebra sobre todo a partir de un trabajo de campo en el que el autor realizó 65 entrevistas. Esas conversaciones mantenidas, y el contraste de la información que le brindaban dichas fuentes, además de la bibliografía -escasa, como dijimos-, le ha permitido dar cuenta de más de 80 personalidades, constructores o timplistas, que protagonizan el relato de la presencia del instrumento musical en la Isla.

En este punto, José Luis Hernández Ramos menciona la ayuda que le brindaron su profesora Eliana Cabrera, con la que fue “hilvanando” el enfoque de la investigación; el también profesor Fernando Hernández León, cotutor del trabajo, que contribuyó a contrastar la información que iba surgiendo de las entrevistas, y el timplista Pedro Izquierdo, quien, entre otras cosas, le facilitó muchos contactos para desarrollar su estudio.

En el aspecto bibliográfico, menciona como fuentes al timplista Benito Cabrera y, especialmente, dos tesis doctorales publicadas. “Una es la de Víctor Landeira, que profundiza en los orígenes del timple y establece relaciones con las guitarras y las vihuelas, además de realizar un trazo panorámico por la historia del timple. Ahí encontré mucho hilo del que tirar”, argumenta el músico tinerfeño. “Luego hay un trabajo de Pablo González Casal en el que se adentra en la organología del timple y establece semejanzas y diferencias con otros instrumentos a medida que el primero evoluciona”.

EL PUERTO DE SANTA CRUZ

El timple, explica José Luis Hernández Ramos, es fruto de las influencias musicales europeas y su origen se sitúa en las islas orientales, en Lanzarote y Fuerteventura. El autor expone que el instrumento musical llegó a Tenerife a través del puerto de Santa Cruz, por lo que es comprensible que en la capital de la Isla surgieran los primeros constructores. Y si se quiere ser más preciso, Hernández los sitúa en el barrio de El Toscal.

Para hallar a los primeros artesanos conocidos hay que trasladarse a los años 50 y 60 del pasado siglo, donde encontramos a Mario Texeira, los hermanos Antonio y Manuel Febles, Antonio Pimienta… “¿Que antes hubo constructores de timples en Tenerife, seguro que sí, pues hay fotografías y documentos que demuestran que los timples están presentes en la Isla con anterioridad y probablemente también se construirían aquí, pero no hay evidencias ni nombres de constructores de una época anterior, por lo que mi investigación comienza en los años 50”, explica el autor de El timple en Tenerife: constructores y timplistas.

En cuanto a los intérpretes, José Luis Hernández alude a la rápida evolución que ha experimentado el timple, que pasó de “ser un instrumento de acompañamiento puro y duro, e incluso a ser considerado con cierto desprecio por algunos, a convertirse en uno de los símbolos de Canarias”. “Por eso -apostilla- es de imaginar que desde un principio habría en la isla grandes timplistas, pero prácticamente no contaban con reconocimiento y sus nombres no nos han llegado. Con posterioridad, tenemos el caso de Leocadio Machado, que participó en la primera grabación discográfica de un timple, a mediados del siglo XX.

Precisamente los discos y luego también la televisión -y aquí cabe mencionar Tenderete, “el programa que le dio visibilidad y dignidad a nuestro folclore- han sido los que permitieron que, a partir de los años 60 y 70, fueran reconocidos y celebrados timplistas tinerfeños como Argelio Rojas, Rojitas, Francisco Sarmiento Rojas o Agrícola Álvarez.

PRESENTACIÓN

El Orfeón La Paz de La Laguna fue el escenario escogido para presentar El timple en Tenerife: constructores y timplistas, el pasado día 3, en un encuentro al que asistieron también los timplistas y los constructores que participaron con sus testimonios en la investigación.

Imagen del acto celebrado en el Orfeón La Paz de La Laguna. / DA

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