Técnicos del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife han realizado una inspección preliminar en la mañana de este viernes para evaluar los daños causados por el incendio que tuvo lugar anoche en la conducción de pluviales de la Avenida Los Majuelos, quedando restringido el tráfico en dirección al Muñeco de Nieve.
En el informe se señala que hay un primer tramo que parece gravemente dañado. De hecho, en el tramo final ha desaparecido la tubería de polietileno por la acción del fuego. Asimismo, la parte que se encuentra entre la desembocadura y el primer pozo de registro cruza los carriles de la avenida de forma oblicua, por lo que se estima que la conducción ha perdido gran parte de su sección.
Así, el personal de EMMASA y del Consistorio capitalino ha propuesto colocar de forma inmediata planchas metálicas soldadas en la zona donde cruza la conducción, para que en caso de hundimiento provoque un accidente de tráfico. Esto, a su vez, permitiría mantener la circulación al menos en un carril.
Por otro lado, el informe indica que es necesario eliminar la banda de aparcamiento para desplazar los conos de señalización de carril, a un metro de la línea de separación de carriles, con el fin de que las cargas de trafico se alejen de la zanja donde se aloja la tubería entre los pozos 1 y 3.
Precisamente desde la desembocadura hasta el pozo 3 es donde parece que la afección es importante, un extremo que, según reza el informe, es necesario comprobar una vez se pueda realizar la limpieza del tubo con agua a presión y de manera manual, para lo cual debe entrar un operario con equipos de protección y respiración.
En lo que respecta al funcionamiento de la conducción en caso de lluvias de cierta intensidad, existe riesgo de que, al no ser estanca por faltar parte de su sección afectada por el fuego, provoque el lavado del material de relleno de la zanja donde se aloja la conducción y como consecuencia se produzcan socavones de importancia en el carril izquierdo y otras afecciones importantes.
Por ello, se propone actuar de emergencia para la reposición de la conducción afectada, que se estima en una longitud de unos 90 metros lineales, empezando desde la desembocadura.