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El proyecto de demolición del edificio Iders, en el Puerto de la Cruz, debe estar listo en dos meses

El área de Ciudad Sostenible y Planificación del Ayuntamiento culmina un proceso "largo y complejo" de notificación de ruina inminente a las personas propietarias del inmueble
edificio Iders
Foto: Sergio Méndez

El área de Ciudad Sostenible y Planificación del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz ha culminado el proceso de notificación de ruina inminente a las personas propietarias del edificio Iders. Con ello se activa el periodo de dos meses en el que la propiedad deberá presentar el proyecto de demolición del inmueble, ubicado en la Avenida Betancourt y Molina, y abandonado hace 31 años.

Así lo confirma el concejal responsable del área, David Hernández, al ser consultado por este periódico acerca del estado en el que se encuentra este proceso, que ha sido “largo y complejo”, con personal del área dedicado casi de manera exclusiva a esta tarea, “pero necesario para poder seguir avanzando y permitir que los propietarios recuperen las viviendas” que perdieron hace 31 años cuando fueron desalojados debido a que un informe advertía de riesgo por aluminosis.

En el caso que la propiedad no cumpla con esta obligación, contemplada en el decreto de ruina emitido el 7 de junio de este mismo año, el Consistorio tendrá amparo legal para asumir el procedimiento de contratación del proyecto de demolición del edificio, mediante la ejecución subsidiaria de las actuaciones ordenadas, tal y como se le advirtió en su momento a los afectados. Hernández explica que “el pasado mes de junio, a la vista de los informes técnicos y jurídicos solicitados al área, se tomó la decisión de decretar la ruina inminente del inmueble, asumiendo los compromisos que de esta decisión se derivan por parte del Consistorio”.

El procedimiento se inició en marzo de este mismo año, recuerda el edil. “Tras un largo trabajo de análisis de todos los expedientes inconclusos que obraban en el área, dicté providencia ante la grave problemática que seguía existiendo, para determinar la situación en la que se encontraba el inmueble, que culminaría en la declaración de ruina inminente del mismo”.

Primeras acciones

Las primeras acciones, como el desalojo y el vallado del edificio, fueron ejecutadas por el Ayuntamiento, dada la ausencia de respuesta por parte de la propiedad. Con el inmueble desalojado, el Área procedió a notificar oficialmente la declaración de ruina inminente y las obligaciones que de ella se derivan a todas las personas propietarias.

El siguiente paso, según dictamina el citado decreto, es la redacción del proyecto de demolición, que deberán presentar los propietarios del inmueble en el plazo de dos meses. Además, previo a completar la redacción del proyecto, el equipo redactor podría establecer otras medidas de protección del edificio urgentes como el apuntalamiento, que asegure las labores previas a realizar en la estructura.

Posteriormente, al estar el inmueble “en situación legal de consolidación” y ser ordenada la demolición por la Administración, se permitirá la reconstrucción con la misma edificabilidad del edificio sustituido, tal y como señala la legislación urbanística canaria. “Este proceso que hemos iniciado es un paso clave para comenzar a poner punto y final a un problema histórico y a mejorar el entorno y las condiciones de vida de esa zona del municipio”, subrayó Hernández.

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