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La Florida se vuelca en la preparación del gran puchero

Más de 125 personas se encargaron de tener todo listo para que unas 5.000 personas saboreen hoy, en el marco de las fiestas del barrio, el tradicional plato canario
La Florida se vuelca en la preparación del gran puchero
Los preparativos comenzaron ayer por la mañana. DA

Más de 125 personas se juntaron ayer en el local ubicado en los bajos de la iglesia de San Antonio, un nuevo lugar para la preparación del gran puchero de La Florida, porque la sede de la asociación de vecinos ya queda pequeña para acoger a toda la gente que está implicada en la jornada previa.

La elaboración del tradicional plato, que degustarán hoy unas 5.000 personas, es uno de los actos más populares y esperados en el marco de las fiestas en honor a San Antonio Abad y la Virgen de La Esperanza. Debido a la popularidad que ha adquirido en la Isla, la empresa pública de transportes Titsa refuerza hoy los servicios de las líneas 345 y 373.

Declarada Fiesta de Interés Turístico de Canarias en 2019, el evento es organizado por la Asociación San Antonio Abad Fiesta de las Tradiciones, aunque todos los vecinos, desde los más pequeños hasta los de mayor edad, participan en su elaboración.

Desde las nueve de la mañana de ayer, todos ellos se dedicaron a pelar y cortar 1.200 kilos de calabaza y chayota; 700 de papas, y la misma cantidad de coles; 100 de batata; 75 de piñas; 600 de carne, entre tocino y costillas; a trocear 150 gallinas, y lavar unos 25 kilos de perejil, ingredientes proporcionados en su mayoría por los vecinos, ya que tienen explotaciones agrícolas.

Lo más difícil de conseguir ha sido el calabacín y la zanahoria, debido a la época del año, pero fueron compradas por aquellas personas que no tienen huertas, igual que los garbanzos. El Ayuntamiento de La Orotava también colabora con parte de la verdura a través del Mercadillo del Agricultor.

Este año también fue complicado adquirir piñas de millo y judías verdes, “porque los precios son prohibitivos. Hay, pero en menor cantidad”, apunta la presidenta de la comisión de fiestas, Toya Hernández.

Otra es la col de hojarasca, muy típica de las zonas agrícolas de la parte alta del municipio. Había un señor, Leoncio Trujillo, que por voluntad propia hacía los semilleros y los plantaba en la zona de Mamio. “Sus hijos siguen aportando el terreno, pero el problema de este año ha sido que los conejos se comieron los retoños, porque son brotes tiernos. Leoncio estaba todos los días al pie del cañón vigilando los terrenos”, cuenta Toya.

No hay que avisar a nadie ni dejar nada organizado. La gente de La Florida sabe que el último domingo del mes hay que ir a preparar el puchero y a medida que van llegando al salón, se organizan. Además de pelar, picar y colocar las verduras en los calderos de grandes dimensiones, hay quienes tienen el cometido de cocinar para el almuerzo, y están los que hacen café y chocolate para paliar el frío. Todo entre charlas, risas, anécdotas y planes para el día siguiente.

Ayer echaron especialmente de menos a Vicenta, la panadera, que no estuvo presente porque está recién operada. Era la persona que siempre preparaba el caldo para todos los que estaban trabajando. La otra ausencia fue la de su cuñado, Elacrio, que atraviesa un momento complicado de salud.

Los calderos se llenaron rápidamente en la jornada. “No sé si es porque la gente tenía muchas ganas de fiesta”, bromea Hernández, quien espera que el tiempo acompañe esta vuelta a la normalidad de las fiestas. “En mi vida he mirado tantas veces al cielo, al horizonte, el pronóstico de la Aemet, todos los días a todas horas en la última semana, aunque lo que sea, será. Solo espero que nos aguante la primera parte del día para que podamos poner los calderos al fuego y no se apague con la lluvia”, declara Toya.

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