El Ayuntamiento de Tacoronte ya puede eliminar el último vestigio franquista que queda en el municipio: la placa que se encuentra en la fachada de la iglesia de Santa Catalina y que enaltece al fundador de Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, tras recibir esta misma semana la autorización formal por parte del Obispado de la Diócesis Nivariense, propietario del inmueble.
Así lo confirma a este periódico el alcalde del municipio, José Daniel Díaz, quien añade que desde el Cabildo de Tenerife también le han informado de que este elemento no forma parte del Bien de Interés Cultural (BIC) del conjunto histórico de Santa Catalina y, por lo tanto, no se encuentra dentro de los elementos que en sí estarían protegidos.
No obstante, hay que tener en cuenta que la iglesia fue restaurada recientemente y abierta al público hace un año, una actuación que costó 2.032.802 euros, financiados por el Obispado y el Cabildo de Tenerife. Según le trasladó el concejal de Obras y Servicios, la fachada lleva una pintura a la cal que es bajo pedido y ya se ha solicitado; por lo tanto, añade, la actuación, que rondará los 1.000 euros, “será cuestión de semanas”.
De acuerdo a la Ley de Memoria Histórica, esta placa, colocada en 1938 por el régimen de Franco, ya no debería estar en la fachada del citado templo. Fue en el año 2009 cuando el Pleno aprobó una moción de Sí se puede para que el municipio cumpliera con la Ley de la Memoria Histórica.
No obstante, según el alcalde, “en Tacoronte todas las corporaciones han trabajado en el mismo sentido desde la época de Guillermo Díaz Graham y eso es reseñable. Esta placa es el único elemento que queda en el municipio, ya que se cambiaron todos los nombres de calles, desde las primeras elecciones democráticas, y poco a poco se fueron eliminando otros escudos que existían, como el del Centro de Educación de Personas Adultas (CEPA) y el del cuartel de la Guardia Civil”.
Hace más de un año que el templo volvió a reabrir al público tras permanecer dos años cerrado. Las obras de mejora han consistido en rehabilitación del techo (al que se ha añadido una nueva cámara de aislante térmico), el acondicionado de los muros afectados por las humedades, la reconstrucción del baño existente y la restauración de las carpinterías.
También se ha llevado a cabo la impermeabilización perimetral exterior en los bordes de la iglesia, lo que impedirá la filtración de agua de escorrentías desde la plaza hasta el interior del templo, favoreciendo su circulación por la plaza.