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La depuradora de Golete tiene todos los informes favorables

El grupo de gobierno de Güímar desestimó la paralización de la obra, pese a la resistencia de los vecinos. “Es la solución menos mala para acabar con los vertidos”, reconoció
Los vecinos de Golete, ayer, en el pleno extraordinario sobre la depuradora que han denunciado.
Los vecinos de Golete, ayer, en el pleno extraordinario sobre la depuradora que han denunciado. Sergio Méndez

El Ayuntamiento de Güímar proseguirá con la construcción de una pequeña depuradora en el núcleo de Golete, en el litoral de Agache, pese a la manifiesta oposición de los vecinos, tras rechazarse ayer, por nueve votos contra siete, la petición de paralización de las obras que defendieron el Partido Popular y Ciudadanos en un pleno extraordinario convocado al efecto.

Con la presencia de medio centenar de vecinos en el salón de plenos, la exconcejala socialista de Medio Ambiente, Beatriz Perdomo, expuso las razones de la construcción de esa depuradora, tras los episodios de vertidos al mar que llevaron al Consistorio a tener que pagar una multa de 3.000 euros en el anterior mandato, cuando gobernaba Luisi Castro. “No se hizo nada entonces y desde junio de 2019 hemos tenido que resolver el problema”, comentó tanto Perdomo como Airam Puerta, entonces alcalde.

Los concejales de la oposición expusieron sus quejas por recibir muy tarde el expediente que se les negó reiteradamente a los vecinos y pusieron en duda, incluso, los informes técnicos, al insistir que la zona no dispone de red de alcantarillo, como así afirma el arquitecto y aparejador municipal.

“No estamos en contra del saneamiento, pero sí que te pongan una fábrica de mierda pegada a tu casa”, expuso el popular Francisco Hernández Armas, quien preguntó al alcalde si le gustaría estar en la situación en la que se encuentra una vecina, cuya vivienda ya ha comenzado a agrietarse por las obras.

Reconoció Beatriz Perdomo, en su amplio informe, que la obra igual no es la mejor, pero “es la solución menos mala” para acabar con los vertidos al mar, porque la solución no pasa por una estación de bombeo, al pronosticar que “la depuradora comarcal no comenzará a funcionar antes de cinco años”.

El alcalde, en su turno final, admitió las razones de los vecinos para protestar y expuso que “a día de hoy con los informes que tenemos no podemos paralizar la obra”, mientras que Airam Puerta, quien ordenó la construcción de la depuradora, se comprometió a que, “una vez terminada, si se dan malos olores o ruidos habrá que exigir medidas correctoras”. El regidor dijo que, una vez terminado todo el saneamiento, las aguas residuales de Agache irán a la depuradora comarcal, clausurándose la aquella que ya comenzó a construirse, con un presupuesto de 600.000 euros.

Lo curioso es que esta depuradora se sitúa en una pequeña parcela edificable de 119 metros cuadrados, comprada por el Ayuntamiento a unos herederos del terreno. Era tan pequeña que hubo que modificar el proyecto inicial para poder construir la instalación que terminará en un pozo absorbente, al no haber aún red de saneamiento que conecte con la EBAR de Los Tarajales, en El Puertito.

piden su paralización

Durante el pleno, Pedro Pérez Rolo, portavoz de los vecinos, intervino pidiendo encarecidamente al alcalde que paralizara la obra y buscara otro lugar para su ubicación. Los técnicos, según Gustavo Pérez, miraron hasta siete enclaves, pero finalmente se escogió el más cercano a las viviendas, para disgusto de los vecinos, que ahora esperan que la Fiscalía, que investiga esas obras, les dé la razón que ayer les negó el pleno.

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