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Las Candelas vuelven a iluminar la Villa Mariana

Hoy, en el día de la Virgen de Candelaria, se celebrará la misa central y la tradicional procesión alrededor de la plaza de la Basílica, tras la pandemia originada hace tres años
Las Candelas
Foto: Fran Pallero

El frío no impidió que miles de tinerfeños se dieran cita ayer en Candelaria, desde primeras horas de la mañana hasta bien entrada la noche, para honrar a la Virgen de Candelaria en su onomástica. La peregrinación como tal hace dos siglos que se pasó al 14 y 15 de agosto, precisamente a raíz de la muerte por hipotermia de cinco peregrinas de Gorgolana (Los Realejos) que no pudieron continuar el camino en Chivisaya, en los altos de Arafo.

Desde aquel trágico suceso, a finales del siglo XVIII, los tinerfeños realizan la peregrinación en agosto, quedando la festividad de febrero, resguardada a actos más litúrgicos y menos populosos, aunque son muchos los que siguen acudiendo a Candelaria en esta fecha, como se comprobó ayer, justo tres años después de que se diera el primer caso de COVID-19 en España, concretamente, en Hermigua (La Gomera). La emotiva procesión de las Candelas volvió a iluminar la Villa Mariana, mientras se hacía el silencio, solo roto por el rezo de El Rosario o gritos de “Viva la Virgen de Candelaria”, “Guapa” o “Viva la Morenita”.

Los peregrinos llegaron mayoritariamente a lo largo del día hasta los pies de su Patrona, en excursiones de guaguas desde el sur y norte de la Isla, para acompañarla en la procesión a la luz de las candelas en su recorrido por las calles La Arena y Los Príncipes, colmatadas de candelarieros y de visitantes, sobre todo con gente de avanzada edad, muchos cumpliendo una promesa, como el mismo que le regaló a la Virgen el manto rojo que estrenó ayer.

El acto central de la víspera del día de Candelaria tuvo lugar a las siete y media de la tarde, cuando dio comienzo la eucaristía en la Basílica, oficiada por el dominico Juan Manuel Martínez, nuevo prior y rector desde el pasado mes de octubre. A la conclusión de la misa se pasó a la tradicional bendición de las candelas, para, posteriormente, comenzar con la procesión alrededor de la plaza y enfilar la calle La Arena y regresar a través de la vía Los Príncipes, con fortuna de que no apareciera el viento, que hasta última hora hizo dudar de que pudiera realizarse tan emotiva procesión, recuperada después de febrero de 2020.

“Estamos muy contentos, porque hoy hemos recuperado uno de los símbolos de estas fiestas, la procesión de las Candelas, que se vio interrumpida por la pandemia, y que congrega a miles de peregrinos movidos por el fervor a la Patrona de Canarias”, manifestó Mari Brito, alcaldesa de Candelaria.

Unos 5.000 peregrinos y curiosos, según la Policía Local, acompañaron casi en silencio a la Virgen de Candelaria en la tradicional y emotiva procesión, con la luz que ilumina la fe de una talla que encontraron los guanches hace unos 600 años y que sigue siendo el icono religioso más adorado de los tinerfeños y de buena parte de los canarios. Un silencio que solo se rompió con la lectura del Rosario y los vivas a la Virgen como acompañamiento mientras transitaba muy despacio hasta regresar a su altar, desde donde hoy presidirá la misa en su onomástica, oficiada en este caso por el obispo Bernardo Álvarez.

Volvió a recibir elogios Jaime Estévez (Floristería Leomamy), el encargado de vestir la talla, ayer con el estreno de un manto de una reciente donación por promesa. Además, la Morenita portaba una nueva candela plateada en su mano izquierda y el rostrillo (lo que rodea el rostro) también color plata, a juego con las coronas. En contraposición s agosto, donde todos estos elementos son en dorado, por primera vez en febrero se ha cambiado el metal a la plata. La candela ha sido realizada por Al Zahra Joyeros, el rostrillo de plata ha sido confeccionado en Ciudad Real por Orfebrería Orovio de la Torre y el manto es un brocado en plata y coral de José Bartual de Valencia.

Significado

Cada 2 de febrero, miles de personas se reúnen para celebrar el Día de la Candelaria, una fiesta católica que conmemora la presentación en el Templo, la Purificación de la Virgen tras el parto y la aparición de la Virgen de la Candelaria en Tenerife.

La Candelaria se celebra este día en recuerdo al pasaje bíblico de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén y la purificación de la Virgen María después del parto, para cumplir la prescripción de la Ley del Antiguo Testamento.

La fiesta es conocida y celebrada con diversos nombres: la Presentación del Señor, la Purificación de María, la fiesta de la Luz y la fiesta de Las Candelas. Todos ellos expresan el significado de la fiesta. Cristo, la Luz del mundo presentada por su Madre en el Templo, viene a iluminar a todos como la vela o las candelas, de donde se deriva el nombre de Candelaria.

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