sanidad

Usar aplicaciones de mapas por GPS aumentaría el riesgo de desarrollar demencia

Investigadores de la Universidad de McMaster destacan los efectos del deporte de orientación, una actividad al aire libre que ayuda a combatir el deterioro cognitivo
Aplicaciones de mapas por GPS
Aplicaciones de mapas por GPS. Shutterstock

Un reciente estudio sugiere que usar Google Maps para navegar podría incrementar el riesgo de desarrollar demencia. Los investigadores estudiaron los efectos del deporte conocido como orientación, que es una actividad al aire libre que pone a prueba la resistencia física y la capacidad de orientación, ayudando a combatir el deterioro cognitivo.

El objetivo de la orientación es navegar entre puntos de control marcados en un mapa topográfico, y en la orientación competitiva, el reto es completar el recorrido en el menor tiempo posible. Los científicos afirman que este deporte, que combina el ejercicio con la navegación, puede ser una medida preventiva contra la demencia, ya que las demandas físicas y cognitivas pueden estimular áreas del cerebro que nuestros ancestros utilizaban para cazar y recolectar.

La profesora Jennifer Heisz, directora del estudio y catedrática de investigación de Canadá sobre salud cerebral y envejecimiento en la Universidad McMaster, afirma que la vida moderna carece de los desafíos cognitivos y físicos específicos que el cerebro necesita para funcionar en su estado óptimo. La pérdida de la capacidad de orientación es uno de los primeros síntomas del alzhéimer, incluso en la etapa menos aguda de la enfermedad.

El equipo de investigación encuestó a adultos sanos, de 18 a 87 años de edad. Las personas que participan en la orientación demostraron una mejor capacidad para la navegación espacial y una mejor memoria, lo cual sugiere que incorporar elementos del deporte de la orientación en los entrenamientos del día a día podría tener ventajas a lo largo de la vida.

Waddington explicó que es una habilidad que los sistemas GPS han eliminado de la vida moderna, afectando no solo nuestra capacidad para navegar, sino también nuestra percepción espacial y nuestra memoria en general, ya que estas funciones cognitivas se basan en estructuras neuronales superpuestas.

El equipo de investigación sugiere dos formas simples de incorporar la práctica de la orientación en la vida diaria: apagar el GPS y usar un mapa para encontrar los caminos a la hora de viajar y desafiarte a ti mismo al adoptar una nueva ruta para correr, caminar o andar en bicicleta.

La orientación es un deporte para toda la vida, y hay participantes de diversas edades, entre los seis y los 86 años. Haber practicado este deporte durante mucho tiempo permite comprender el proceso detrás del aprendizaje de las habilidades de navegación y puede inspirar a investigar la singularidad de la orientación y la importancia científica que el deporte puede brindar a la población de edad avanzada.

TE PUEDE INTERESAR