El mejor amigo del hombre tiene un nuevo tratamiento para calmar el dolor de la artritis. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) anunció el viernes la aprobación del primer anticuerpo monoclonal para perros.
Llamada Librela, la inyección de bedinvetmab controla el dolor de la forma más común de artritis en perros. La osteoartritis (OA) afecta a cerca del 25% de los perros a lo largo de su vida.
En esta enfermedad, el cartílago de las articulaciones se rompe y los huesos rozan entre sí. Además de dolor, los perros con OA tienen limitado el movimiento de las articulaciones y, a veces, espolones óseos.
Este medicamento es el segundo anticuerpo monoclonal aprobado para uso animal. La FDA aprobó uno para tratar gatos con OA en enero de 2022.
Para evaluar el fármaco, se realizaron estudios de campo tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea. En ambos, la mitad de los perros recibió Librela y la otra mitad recibió una inyección salina estéril cada 28 días para un total de tres dosis.
Los propietarios de los perros respondieron a preguntas sobre la gravedad del dolor de su perro y en qué medida ese dolor impedía la movilidad de su perro.
La investigación consideró que Librela era eficaz cuando se administraban al menos dos dosis con 28 días de intervalo.
Fabricado por Zoetis, con sede en Nueva Jersey, Librela controla el dolor uniéndose a una proteína llamada factor de crecimiento nervioso canino (NGF). Esta proteína está elevada en los perros con osteoartritis. Librela inhibe la actividad del NGF tras unirse a él.
Los propietarios de perros cuyas mascotas padecen OA pueden obtener una receta de un veterinario autorizado. Librela, un fármaco inyectable, sólo lo administran profesionales, que también pueden evaluar los efectos secundarios.
Entre los posibles efectos secundarios se encuentran el aumento del nitrógeno ureico en sangre, un indicador de la función renal; infección del tracto urinario; infección bacteriana de la piel, irritación cutánea; erupción cutánea; dolor en el lugar de la inyección; vómitos y pérdida de peso.
Según la FDA, los propietarios de perros deben informar a sus veterinarios de cualquier efecto secundario adverso.