el jardín

En venta una isla española por 300.000 euros: se puede llegar caminando desde una playa paradisíaca

También se pueden apreciar otros dos islotes que embellecen el paisaje
En venta una isla española por 300.000 euros: se puede llegar caminando desde una playa paradisíaca
Imagen de la Playa do Santo do Mar, en Galicia. | Terras de Pontevedra

En la localidad de Marín, en Pontevedra, Galicia, se encuentra una playa idílica con una peculiaridad notable. La playa do Santo do Mar, un espacio costero que, además de ofrecer aguas serenas y una arena delicada, presenta una pequeña isla disponible para su compra.

La isla do Santo do Mar o San Clemente, disponible para su adquisición por 300.000 euros, abarca alrededor de 3.000 metros cuadrados y su suelo se encuentra protegido, lo que impide su desarrollo urbanístico. No obstante, en ella se encuentra una pequeña construcción en estado de ruina de aproximadamente 40 metros cuadrados, la cual puede ser rehabilitada.

Los baños más tranquilos de Pontevedra

La playa do Santo do Mar es el principal atractivo de la isla. Con aproximadamente 350 metros de extensión, ofrece uno de los baños más tranquilos en Pontevedra, ya que se encuentra enclavada dentro de la Ría, lo que la protege del mar abierto. Esto garantiza que sus aguas se mantengan constantemente en calma. Además, es un lugar que generalmente no está muy concurrido, brindando así un entorno tranquilo y apacible.

Durante la bajamar, los visitantes tienen la oportunidad de llegar a la isla a través de un estrecho pasillo de arena, conocido como istmo, que la conecta con la costa. Sin embargo, la isla do Santo do Mar no es la única que embellece el paisaje, ya que también se pueden apreciar los islotes de Pinela y Esqueiriño.

Un paisaje natural excepcional con dos islotes y una capilla

Con una extensión aproximada de 1,63 hectáreas, Santo do Mar alberga un paisaje natural y agreste, donde se encuentran los vestigios de una pequeña capilla. Se especula que esta construcción podría haber formado parte de un edificio de mayor envergadura en el pasado.

Durante la visita, se puede apreciar en la fachada de la capilla una sencilla puerta de entrada con un dintel y un techo a dos aguas. Al ingresar, llama la atención el suelo adornado con losas, pero lo que destaca sobre todo es la hornacina del altar que se encuentra en forma de arco de medio punto. Otro detalle interesante es la orientación de la capilla, la cual se encuentra hacia el este, a diferencia de la mayoría de las construcciones cristianas.

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