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Esta es la playa más fotografiada de Canarias: está en riesgo por saqueos

Miles y miles de turistas la visitan cada año para poder compartir sus fotografías en redes sociales
Esta es la playa más fotografiada de Canarias: está en riesgo por saqueos

Es, seguro, la playa más fotografiada de Canarias, algo que, paradójicamente, hace que esté amenazada. Los llamativos rodolitos que la cubren provocan que sea atractiva y, por otro lado, sean codiciados por aquellos que no entienden que la mejor forma de disfrutar de un paisaje es respetarlo. En Fuerteventura lo saben bien.

Esos rodolitos (algas) de color blanco hace de la playa del Bajo de la Burra, o de las Cotufas o las Palomitas, según quién lo diga, (Pop Corn Beach  para los británicos), es la playa más fotografiada de Canarias, algo que se comprueba echando un simple vistazo a Instragram o a Tik Tok. De ahí que sea tan necesario protegerla

Los expertos piden protección

Los rodolitos, también conocidos como “palomitas” o “cotufas”, son algas coralinas que se encuentran en las playas del norte de Fuerteventura, con una concentración de más de seis millones de ejemplares. Un equipo internacional de investigadoresrealizó el pasado año el primer análisis de su composición advirtiendo sobre la necesidad de detener su saqueo, ya que son fundamentales para la biodiversidad.

El estudio, llevado a cabo por científicos del Instituto Hidrográfico de Portugal, Museos de Historia Natural de Stuttgart y Tenerife, Universidad de La Laguna, Universidad de Azores, Williams College de Boston y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), fue publicado en la revista “Frontiers in Marine Science”. Esther Martín-González, conservadora de Paleontología y Geología del Museo de Naturaleza y Arqueología de Tenerife, destacó que este trabajo contribuye a aumentar el conocimiento sobre los rodolitos en Canarias y proporciona una línea base para futuras investigaciones, al ser hábitats clave en entornos insulares.

Los rodolitos y los lechos de rodolitos son nódulos independientes de algas rojas coralinas (Rhodophyta) y juegan un papel crucial como ingenieros de ecosistemas al crear hábitats estructuralmente complejos que albergan una gran diversidad de fauna y flora. Los organismos que viven en estos lechos están mejor protegidos contra los depredadores, y especies importantes comercialmente como peces, crustáceos y moluscos se benefician de la existencia de estos hábitats.

Estos rodolitos son vitales para el establecimiento y mantenimiento de la biodiversidad, contribuyendo así a las funciones principales de los ecosistemas. Sin embargo, a pesar de su resistencia a diversas perturbaciones ambientales, pueden verse gravemente afectados por tormentas, recolección, acidificación de los océanos y calentamiento global. Se estima que los lechos de rodolitos se encuentran entre los 20 y 100 metros de profundidad en la mayoría de las Islas Canarias.

Carteles advirtiendo que está prohibido llevarse los rodolitos @popcornbeachfuerte

La playa más fotografiada de Canarias, víctima de desaprensivos

En la costa norte de Fuerteventura, los rodolitos más someros se desarrollan a partir de fondos detríticos a unos dos metros de profundidad, entre Fuerteventura, Lanzarote y el islote de Lobos, y sus nódulos pueden alcanzar hasta 20 centímetros de diámetro. Aunque se han realizado pocos estudios sobre rodolitos vivos en las islas hasta ahora, este estudio busca analizar por primera vez la composición de las especies de rodolitos acumulados en la costa norte de Fuerteventura y mejorar la comprensión de su distribución en diferentes entornos.

Los científicos destacan la importancia de preservar los rodolitos como puntos calientes de biodiversidad y hacen un llamado a un esfuerzo consciente para proteger y mantener estos valiosos recursos biológicos. A pesar de las normativas existentes para su protección, el saqueo de rodolitos en las playas de Fuerteventura sigue siendo evidente. Turistas y residentes suelen retirar una cantidad considerable de rodolitos, lo cual representa una amenaza para estos ecosistemas, ya que los restos de rodolitos muertos son parte fundamental de los sedimentos que conforman las playas actuales.

Las autoridades locales han estado trabajando para combatir esta tendencia y tratar de devolver los rodolitos a su lugar de origen en la medida de lo posible. Se han colocado grandes carteles en las playas explicando la importancia de preservar estos organismos y prohibiendo su extracción. A pesar de estos esfuerzos, el saqueo continúa siendo un problema, por lo que se insta a implementar medidas de protección adicionales.

Solo una cuarta parte de los rodolitos están completos, mientras que el 65% está roto o desgastado, y al menos el 10% de la superficie está cubierta de guijarros de basalto.

Los investigadores creen que los rodolitos fueron transportados hacia la costa por el oleaje tormentoso proveniente del noroeste debido a su tamaño y alto grado de rotura. Sin embargo, se requieren más estudios de campo para comprender la formación in situ de los lechos de rodolitos y las especies asociadas.

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