Taborno estrena radar. Cuando se cumplen 18 años del polémico emplazamiento de dicha instalación en el bello paraje del Macizo de Anaga que nos ocupa, la principal empresa proveedora de servicios de navegación aérea y de información aeronáutica en España, Enaire, anunció ayer la entrada en servicio de “un nuevo radar de última tecnología que permite dar cobertura y servicio de vigilancia a los vuelos dentro de la Dirección Regional Canaria, tanto en el Área de Espacio Aéreo de Aproximación como de Control de Aerodromo”.
Como quiera que se encuentra en lugar tan privilegiado como es la Cruz de Taborno, que con sus 1.020 metros sobre el nivel del mar es la elevación más alta de Anaga y de los términos municipales de Santa Cruz de Tenerife y La Laguna, “el nuevo radar Modo S de Taborno es capaz de controlar el espacio aéreo en un radio de aproximadamente 450 kilómetros, pudiendo, además, proporcionar cobertura a las aeronaves que despegan y aterrizan de la totalidad de los aeropuertos canarios”, detalla Enaire.
En concreto, el expediente establece el suministro en estado operativo de este nuevo radar que presta servicio al Centro de Control de Tráfico Aéreo de Enaire en Canarias, así como a los aeropuertos de Tenerife Norte, Tenerife Sur y La Palma.
El actual radar -continúa explicando la empresa en cuestión- sustituye al anterior radar civil, instalado en el año 2005, tras la finalización de la vida útil de este y supone un salto adelante en la tecnología empleada, pasando de un radar secundario monopulso a un radar secundario Modo S, que adicionalmente incorpora una estación de Vigilancia Dependiente Automática (ADS -B) en el mismo emplazamiento, dotando de una capa adicional de información al espacio aéreo de Canarias. Este nuevo radar secundario está equipado con receptores digitales y tecnología Modo S, lo que permite disponer de mayor información sobre las aeronaves que están volando, gestionar el tráfico con más fluidez e incrementar la seguridad.
Este tipo de radares se utilizan para el seguimiento y vigilancia del tráfico aéreo, ya que facilitan información relativa a la posición de cada aeronave, su identificación y la altitud a la que vuela, facilitando la localización e identificación de todos los vuelos que operan en su área de alcance.
Rechazo
En su día, los movimientos ecologistas rechazaron la instalación de un radar en el lugar, habida cuenta de que la Cruz de Taborno está dentro de un Parque Rural, en Área de Especial Sensibilidad Ecológica y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), por lo cual entendían que el radar en cuestión constituye una vulneración flagrante de la normativa de protección actualmente existente.
Además, recordaban que la Organización Mundial de la Salud no ha acordado estándares para medir la radiación electro-magnética.
Existen cientos de estudios que niegan o confirman los efectos nocivos de las ondas no-ionizantes. Sin embargo, con este ya son 25 radares Modo S instalados en España.