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Sara Dorta Alom, dermatóloga: “Al principio del verano, la piel no está preparada para una mayor radiación solar”

Con la llegada del verano, aumenta el tiempo de exposición al sol y, con ello, los riesgos de sufrir daños en la piel
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Con la llegada del verano, aumenta el tiempo de exposición al sol y, con ello, los riesgos de sufrir daños en la piel. La doctora tinerfeña Sara Dorta Alom, médico especialista en dermatología, considera “fundamental” mantener una actitud responsable, con el uso de cremas con factor alto de protección, no sólo en la playa, y limitando el tiempo bajo los rayos solares. Advierte sobre el aumento de los casos de cáncer de piel -la mayoría tienen cura, subraya- y reivindica la creación de más espacios públicos de sombra. Recuerda que las quemaduras de la infancia y la adolescencia suelen pasan factura a largo plazo, por lo que insiste en la prevención desde edades tempranas.

-Estamos en verano y en plena canícula. Donde todos vemos una playa, ¿usted ve una zona ‘radioactiva’?

“Vivimos en un territorio privilegiado, con numerosas zonas de baño y un clima que favorece la actividad al aire libre, y precisamente por este motivo debemos también conocer cuál es la manera más saludable de disfrutar de estas condiciones. Creo que lo ideal es buscar un equilibrio entre el beneficio que nos aporta disfrutar del verano y los baños de mar y la protección frente a la radiación ultravioleta. Todos hemos comprobado que si prolongamos las horas de exposición o no estamos protegidos por una sombra sufrimos quemaduras solares”.

-Canarias, por su posición geográfica, es el punto de España con mayor radiación solar. ¿Salir a la calle sin protección (sin prendas adecuadas ni crema solar) es una temeridad?

“Depende de la actividad que se realice al aire libre, el momento del día y su duración. En muchos casos, tenemos presentes las normas de fotoprotección cuando vamos a la playa, pero sin embargo nos olvidamos de la importancia de las mismas para las actividades diarias. Si la piel no está cubierta por ropa, recibe de igual modo esta radiación. En verano, las prendas de ropa dejan más zonas de piel expuesta y es fundamental aplicar crema fotoprotectora además de en la cara, en las orejas, cuello, escote, brazos y todas aquellas zonas no cubiertas, u optar por ropa que cubra. La protección del cuero cabelludo, con gorra o sombrero, sobre todo en varones con alopecia, es fundamental, ya que el daño en esta zona puede tener como consecuencia el desarrollo posterior de queratosis actínicas y carcinomas”.

-Las estadísticas indican que el cáncer de piel no deja de crecer, especialmente en los últimos años, aunque también hay más exploraciones porque existe una mayor conciencia. ¿También han aumentado los casos en Canarias? ¿Tiene usted esa percepción en su consulta?

“Los dermatólogos diagnosticamos a diario pacientes con cáncer de piel, la población ha crecido de forma importante y además vivimos más años, de ahí que tratemos a un número cada vez mayor de personas, afortunadamente en la mayoría de casos se trata de lesiones que se llegan a curar”.

-El daño provocado por la radiación ultravioleta en las células es acumulativo, por lo que el riesgo de padecer cáncer de piel aumenta con la edad. ¿Está descendiendo la edad de las personas afectadas?

“El desarrollo de las lesiones años después de aquella época en que más abusamos de la exposición solar, genera falsa confianza en la gente joven. Muchas veces los pacientes se sorprenden porque se les diagnostique en un momento de la vida en que ya no se exponen tanto, sin embargo, las quemaduras en la infancia o adolescencia o los años de trabajo al aire libre tienen como consecuencia el desarrollo de lesiones incluso décadas después. Por otra parte, los jóvenes no están exentos de desarrollar cáncer de piel, y en especial el melanoma puede afectar a grupos de edad más jóvenes que otros tumores”.

-¿Qué diferencia hay entre una persona de piel clara y otra de fototipo alto a la hora de exponerse al sol?

“La clasificación de piel en fototipos muestra la capacidad de los distintos tipos de piel de responder a la exposición ultravioleta. Aquellas personas de piel más clara y que no tienen capacidad de broncearse tienen especial riesgo”.

-¿Cuál es la época del año en la que la radiación es más peligrosa?

“Durante los meses de verano la radiación incide más perpendicularmente sobre la Tierra. Además, por lo general, son los meses en que se realiza más actividad al aire libre por los periodos de vacaciones”.

-¿Cuántos tipos de cáncer de piel hay?

“Básicamente el cáncer de piel lo dividimos en melanoma y no melanoma. Este último grupo, fundamentalmente lo representan el carcinoma basocelular y carcinoma escamoso. Existen, asimismo, otros tumores de piel más infrecuentes que los anteriores, pero que pueden tener una importante repercusión en la salud del paciente”.

-¿Cuál es la patología más frecuente?

“El carcinoma basocelular. Afortunadamente, en la mayoría de los casos el tratamiento los resuelve”.

-¿Cómo se trata un melanoma y un carcinoma?

“Como la mayoría de los tumores, la extirpación quirúrgica de las lesiones es el principal arma terapeútica frente a ellos. Sin embargo, otros tratamientos como la inmunoterapia o las terapias dirigidas han supuesto un avance en la dermatología oncológica”.

-El diagnóstico precoz es crucial para un buen pronóstico y ahí juega un papel fundamental la autoexploración. ¿Cómo se manifiesta el cáncer de piel? ¿Qué síntomas aconsejan ir a una consulta de dermatología?

“Es fundamental revisarse y consultar ante lesiones de nueva aparición que resulten extrañas o que se comporten de forma distinta al resto de lunares que presente el paciente. Los lunares de color negro, rojizo, de colores múltiples, que crezcan más rápido que el resto o que cambien de forma nos deben hacer consultar. También aquellas lesiones con tendencia a sangrar, o formar costra reiteradamente o que causen dolor”.

-¿Hay algunas zonas del cuerpo más propensas a padecer esta enfermedad?

“Básicamente, las zonas fotoexpuestas son las más afectadas. Algunos tumores son más habituales en zonas expuestas de forma crónica (cuero cabelludo, cara…) y otros, sin embargo, tienen predilección por aquellas zonas que se exponen de forma intermitente pero intensa al sol”.

-¿Cuál es el mejor consejo para prevenir un cáncer de piel?

“Tener una actitud responsable en cuanto a la exposición solar es fundamental. Como padres debemos cuidar la piel de los niños, no solo aplicándoles cremas fotoprotectoras y educándolos en el uso de prendas que los protejan, sino, además, priorizando la realización de actividades de aire libre a horas tempranas del día o por la tarde y limitando el tiempo de exposición. Ya en la edad adulta, sobre todo las personas que trabajen o realicen deporte al aire libre, se deben poner en práctica las mismas recomendaciones. Creo que hay que fomentar la creación de espacios de sombra en ciudades y pueblos con toldos y árboles. Durante las vacaciones de verano, en las horas centrales del día es preferible estar en espacios de interior”.

-¿Qué factor de protección solar mínimo debemos usar?

“Se recomienda, por lo general, el empleo de factor de protección 50, pero no debemos olvidar que aplicarnos fotoprotector no evita por completo que la radiación ultravioleta se absorba. Puede incluso causar falsa sensación de seguridad y creer que con aplicar crema basta. Hay que usarlo en cantidad suficiente, repetir las aplicaciones y hacer uso de ropa y espacios de sombra”.

-Los expertos sostienen que hay que preparar la piel poco a poco para la exposición solar. ¿Es más peligroso un día de varias horas al sol que una exposición de varios días durante menos tiempo?

“Si nos exponemos de forma intensa los primeros días del verano, nos vamos a quemar, la piel no ha generado los mecanismos que en parte la preparan frente a la mayor radiación del verano. Además, puede parecer que si estamos ya morenos, la exposición no hace daño, pero realmente no hay bronceado seguro”.

-¿Cada cuánto tiempo se debe acudir a un dermatólogo para una revisión?

“Todo depende del tipo de piel, de las lesiones preexistentes, como el tipo y número de lunares, y los antecedentes personales y familiares del paciente. Cada persona es distinta. Siempre hay que consultar ante un cambio llamativo, pero las pautas de seguimiento las marcará el dermatólogo según cada caso”.

-¿El cáncer de piel es producto del sol o se puede originar por otros factores?

“Otros factores, como la genética y la presencia de determinadas mutaciones o la inmunosupresión, sobre todo en pacientes transplantados o con enfermedades que requieran de fármacos inmunosupresores, tienen también un papel importante”.

-¿Qué aconseja para mantener una piel hidratada?

“Evitar el contacto prolongado con agua o el uso de jabones que dañen el manto hidrolipídico de la piel y, por supuesto, aplicar crema hidratante, adaptada al tipo de piel de cada persona”.

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