granadilla de abona

La contaminación obliga a cerrar El Médano al baño por segunda vez

El Ayuntamiento de Granadilla detectó ayer niveles anormales de contaminación en la playa central
Hamacas vacías ayer en El Médano tras decretarse la prohibición de bañarse en el mar.
Hamacas vacías ayer en El Médano tras decretarse la prohibición de bañarse en el mar. DA

Que la contaminación marítima en Canarias se ha convertido en un problema es un hecho en el que pocas veces se recala, salvo cuando saltan noticias como la de ayer, en la que el Ayuntamiento de Granadilla de Abona cerró al baño el frente marítimo de El Médano, después de que los análisis efectuados al agua ofrecieran niveles por encima de los legalmente establecidos.

Y todo ello por segunda vez en una semana: el martes el municipio se vio obligado a adoptar la misma decisión, esta vez por la aparición de manchas pardas con espuma blanca de microalgas, que afectaron también a Arico. Hasta el jueves no se restableció la normalidad.

Sin embargo, no habían pasado ni 24 horas cuando resurgió el fenómeno de la contaminación, que no es nuevo y que varias veces en el pasado ha llevado a tomar la decisión de cerrar al baño la o las playas.

En este caso, y según informó la corporación, los análisis arojaron niveles anormalmente altos en la playa central. Sin embargo, y por precaución, se extendió el cierre a las vecinas Playa Chica y Leocadio Machado.

Todo ello en un mes como el de agosto, en el que miles de personas se acercan a El Médano a disfrutar de sus vacaciones y días libres.

Vecinos y turistas mostraron su enojo con el hecho de que fueran los socorristas de Cruz Roja quienes se encargaran de desalojarlos de las playas sin presencia de la Policía Local, mientras que otros discutieron que no se hubiera precintado la zona ni carteles informativos, sino únicamente banderas rojas izadas.

Algunos surfistas, no obstante, siguieron practicando deporte en el mar y hubo veraneantes que se quedaron con sus sillas en el paseo, combatiendo el calor con las duchas.

Fuentes municipales explicaron que los socorristas conforman el servicio de vigilancia y seguridad de las playas y que, por tanto, les corresponde informar de manera inmediata de la situación a los bañistas.

Aseguraron, además, que, tal y como ocurrió el martes, la prioridad es dar la información a las personas para, de manera paralela, colocar los precintos necesarios y la información correspondiente, siempre después de sacar a las personas del agua, ya que estas pueden seguir haciendo uso de la arena porque la prohibición es sobre el baño.

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