incendio en tenerife

¿Qué significa que el incendio de Tenerife sea de sexta generación?

Este tipo de incendios son de gran envergadura y su impacto es desolador
Incendio en Tenerife | Fran Pallero

No todos los incendios de gran envergadura comparten las mismas características. El impacto del cambio climático, manifestado en fenómenos extremos como sequías intensas y precipitaciones torrenciales, junto con la falta de atención a la gestión forestal y los cambios en la utilización del suelo, pueden generar incendios sumamente destructivos que desafían los esfuerzos de los equipos de extinción.

Son denominados como incendios de “sexta generación” y su impacto suele ser desolador. Estos fenómenos se han observado en lugares como Australia, Estados Unidos y recientemente en el sur de Europa, donde una ola de calor extremo está avivando la propagación de incendios de proporciones colosales.

Son acontecimientos que anteriormente eran poco comunes, pero que están aumentando en frecuencia, como el incidente ocurrido en 2017 que resultó en la pérdida de más de 60 vidas en Portugal. Ahora, los expertos también han clasificado al incendio de Tenerife de este tipo.

¿A qué se refiere con sexta generación?

La noción de “generación” en el contexto de los incendios se refiere a la manera en que el fuego interactúa con el entorno en el que se desenvuelve.

En el escenario de los incendios de “sexta generación”, la cantidad de energía que desprenden es tan significativa que pueden alterar las condiciones climáticas en su entorno e incluso provocar la formación de nuevos puntos de fuego.

“Es ampliamente reconocido que las condiciones climáticas tienen la capacidad de aumentar la probabilidad de incendios y dificultar su extinción. Sin embargo, la interacción entre el fuego y el clima abarca más aspectos. Los incendios pueden dar origen a su propia dinámica meteorológica, produciendo fenómenos como nubes pirocumulonimbo y tormentas”, explica la Oficina de Meteorología del gobierno de Australia en su sitio web. Este país ha experimentado algunos de estos incendios devastadores.

La sexta generación, en la cual el cambio climático ha generado las condiciones adecuadas para desencadenar incendios imposibles de controlar. En este contexto, solo es factible implementar una estrategia defensiva, que implica establecer prioridades y determinar qué se puede preservar.

Los especialistas subrayan que la prevención es el único enfoque viable para enfrentar este desafío.

¿Por qué se producen?

Los incendios de “sexta generación” representan una de las manifestaciones más evidentes de la crisis climática. Similar a cómo se precalienta un horno, el cambio climático ha elevado la temperatura global y ha generado las circunstancias idóneas para la aparición de estos incendios.

El incremento de las temperaturas ha propiciado la aparición de ciertas especies vegetales en áreas donde no estaban previamente adaptadas. Además, cada vez más frecuentemente, las precipitaciones se concentran en intervalos breves pero intensos, generando inundaciones, erosión del suelo y dificultades en la absorción del agua.

Las nubes pirocumulonimbo: cómo y por qué se forman

Son auténticas tormentas eléctricas que se desarrollan directamente sobre la columna de humo de un incendio. No obstante, también pueden originarse sobre las capas de ceniza emanadas por los volcanes o en las estructuras en forma de hongo surgidas a partir de una explosión nuclear.

La elevada temperatura del fuego ocasiona un rápido ascenso del aire junto con la columna de humo. Este aire caliente es altamente agitado y su temperatura disminuye a medida que sube. A mayor altitud, la presión atmosférica disminuye, lo que provoca que la columna se expanda y continúe su proceso de enfriamiento.

Si ocurre un enfriamiento considerable, la humedad contenida en la columna se condensa y da origen a un conglomerado de partículas, creando así una nube que recibe la denominación de “pirocúmulo” debido a su origen en el incendio. Durante el proceso de condensación, se libera calor latente, lo que ocasiona que la nube se caliente y ascienda aún más en altura.

Esta nube tiene la capacidad de alcanzar la baja estratosfera sin perder su capacidad de flotación. La interacción entre partículas de hielo en las capas superiores de estas nubes puede generar cargas eléctricas que se descargan en forma de potentes destellos, conocidos como rayos. Estas nubes que tienen la capacidad de desencadenar tormentas eléctricas reciben el nombre de pirocumulonimbos.

Estas formaciones nubosas tienen la capacidad de generar precipitaciones intensas y perjudiciales. Además, los rayos que se desprenden de ellas pueden dar origen a nuevos focos de incendio. Estos fenómenos se denominan “tormentas de fuego”.

TE PUEDE INTERESAR