Paula, antes de comenzar a cantar en el Womad, en el Reino Unido, se dirige en inglés al público: “Está genial que vengan a Canarias, pero, por favor, deja el lugar igual que como lo encontraste”. Son Baldosa, un grupo musical tinerfeño que se viralizó tras ese vídeo, pero detrás de ellos hay mucho más. Está la historia de Garri (27), Miguel (24) y de la propia Paula (27), la de un grupo que, poco a poco, lucha por hacerse un hueco en el difícil espacio musical nacional desde Canarias. Y lo están logrando.
Son jóvenes, pero cuando te sientas con ellos alrededor de una mesa transmiten mucha seguridad en lo que quieren y, sobre todo, cómo lo quieren. Desde 2020 llevan tocando como Baldosa, aunque anteriormente, formaron parte de otras bandas, como le gusta decir a Miguel, que huye de denominar “proyecto” a cualquier grupo de música.
Tras la pandemia, fue cuando Paula (voz y guitarra) y Miguel (batería) comenzaron a tocar a la espera de que se sumara Garri, con su bajo. “Tocamos rock, algo que creo que se ha estigmatizado mucho. Podríamos decir que es indie, pero decir que algo es indie tampoco tiene valor ahora”, señala Miguel, lo que recalca Paula: “Encajamos tanto en playlists como Novedades Indie o en la de Rock ahora, pero al final la realidad sonamos muy a rock británico de los 90”.
Su debut fue en la sala La Riviera, en Madrid, algo que puede llamar la atención porque se trata de uno de los templos de la música en el Estado. Llegaron gracias a un concierto solidario por la erupción del volcán de La Palma: “Rober, de Los Vinagres, que es nuestro productor, nos ofreció tocar y nos encontramos allí, con gente como Valeria Castro o Carolina Durante”.
Baldosa toca en el Womad del Reino Unido
Pero: ¿cómo llegan a tocar en el Womad del Reino Unido ante miles y miles de personas? Todo tiene origen en Gran Canaria, como desvela Paula: “Tocamos en el Womad de Gran Canaria el año pasado, y este año nos invitaron a ir al de Inglaterra. Es un festival que siempre ha sido bastante grande, en Gran Canaria se llenó la plaza Santa Catalina, nunca habíamos visto tanta gente junta”.
Miguel reconoce que han tenido “un montón de suerte” porque en los últimos meses los han invitado a muchos festivales: “Somos un grupo muy comprometido con todo lo que tiene que ver con los horarios e infraestructura de los festivales. Supongo que por eso salen adelante tantos conciertos”.
Proyecto de EP y conciertos
Actuaron, a principios de septiembre, en el Hero Fest, lo harán el 6 de octubre en el Arrecife en Vivo y luego viajarán a Madrid, al Mad Blue Festival, mientras, a principios de noviembre, comenzarán a ver la luz varios singles antes de su esperado EP, grabado en Estudios La Mina. “La idea es sacarlo a finales principios del año que viene y sacar tres singles hasta entonces.”
No es nada sencillo poder sacar adelante esos proyectos, como la propia Paula reconoce: “El panorama en España es complicado, más en Canarias. Lo hablaba con mi familia, porque me estaban preguntando si creíamos que llegaríamos a algo más, y les decía que no lo sé, porque te vas a las listas de éxitos y todo son artistas en solitario. Rosalía, Raw Alejandro, Quevedo, Bad Bunny… Es muy difícil hacer música de nuestro estilo y, además, ser un grupo. Son dos factores que juegan en nuestra contra. Para el movimiento independiente muy bien. Pero a nivel de “petarlo”, que no es tampoco lo que buscamos ni mucho menos, lo veo imposible”.
Garri reconoce que les ha tocado vivir “un momento de la música” en la que el rock “no está” en el mainstream: “Lo aceptamos y no pasa nada, eso no nos va a quitar las ganas de hacer cosas”.
Ser un grupo independiente
¿Qué es en la actualidad un grupo indie? ¿Aspiran los grupos indie a ser mainstream? Baldosa también parece tener claro qué marca una y otra línea. “Una banda que sigue siendo indie, a día de hoy, son las cercanas al concepto punk. No que toquen punk, sino que abarquen ese concepto contracultural, self-made, autogestionado. A mí, que me gusta mucho Carolina Durante, creo que como banda ya no son indies, pero por el estatus actual que tienen. Ya no son independientes. Las Ginebras también empezaron siendo indies, pero llevan ahora un pedazo de stage y de decorado… Al final dejas de ser indie, en la esencia de lo que significa, cuando estás en ese punto. Cuando te vas de tour y llevas a 20 personas en tu equipo, por ejemplo, ese concepto de independiente ya no aplica. No es algo malo, ojo, pero parece que últimamente se le tiene miedo a etiquetas más definitorias como rock, pop, punk, y se usa indie como comodín de todo un poco y sin mucho sentido”, asegura Paula. “Sería absurdo pensar que definirse como música algo más mainstream o simplemente dentro de un género concreto es algo negativo, tampoco lo es perder el estatus de banda indie; es, sencillamente, la evolución de una banda”, recalca Garri.
Baldosa hace hincapié en la dificultad con la que se encuentran los grupos para tocar en Canarias al no tener espacios adecuados: “Hay muy pocos lugares. En Santa Cruz hay tres sitios, no siempre acondicionados para que una banda suene bien. La Bowie, en La Laguna, es el mejor sitio ahora mismo”. También mencionan las dificultades con las que se encuentran los locales que, como comenta Miguel, no pueden “ni tener amplificadores” dentro. ¿Cómo un local dedicado a la música en vivo no tiene permitido tener un amplificador? “Eso complica todo, porque hay que buscar una solución que respete a los vecinos de la zona pero que también permita que los grupos puedan tocar”.
“Vale más la pena poder tocar que todo lo malo asociado”
Y, pese a todo, la música y lograr que Baldosa siga sonando es más importante que el resto de incovenientes que se les presentan a veces “Si te centras en lo malo, dejas el grupo, te dedicas a otra cosa. A veces puede ser muy estresante y frustrante, pero los frutos y las satisfacciones que da compensan todo lo malo”.
Paula, Garri y Miguel son grandes defensores de la música en vivo, y llevan tocando y haciendo música muchos años. “Personalmente lo que más me gusta de estar en Baldosa es tocar en vivo”, asegura Garri, que recuerda como “con cuatro o cinco años” ya hacía música en el colegio hasta que a los 12 años le regalaron su primera guitarra eléctrica: “Al principio no la quería, hasta que dije ¡guau! Esto me gusta”. La historia de Miguel es muy similar. Un buen día, siendo niño, se dirigió a sus padres “Quiero tocar la batería”, les dijo. “Mi primera banda fue con 16 años, una banda en la que conocí a Paula y a Garri. Empecé tarde, sus primeros grupos fueron con 12 o 14 años, no fue así en mi caso”. Paula solo tenía 14 años cuando tuvo su primer banda, y ha pasado por hasta 3 grupos diferentes, algo que se refleja en Baldosa: “Eso, de algún modo, influye en nuestro crecimiento y en cómo somos y cómo hacemos las cosas en la actualidad. Como dice la gente, el hábito hace al monje”.