El Gobierno que más se parece a Torres

El Gobierno de Sánchez para la nueva legislatura tiene ante sí cometidos de tal envergadura que, de antemano, nace con la conciencia de tener que hacer frente a todos los desafíos a la vez sin margen de error. Solo otro Gobierno, el de 1977, tenía ese mismo perfil de riesgo extremo, pues de su acierto dependía que se asentara la democracia.

La oposición española actual ha dimensionado el calado de los retos de este Gobierno con ese grado de ambición histórica. Las protestas en la calle -ya no digamos los ataques a la sede socialista de Ferraz- y las múltiples manifestaciones de dirigentes opositores describiendo este periodo como una amenaza a la unidad de España, y considerando la ley de amnistía como el mayor de los infortunios para la propia democracia, exigen del tercer mandato de Sánchez una capacidad de éxito en todos sus frentes sin excepción. Al líder socialista se le había siempre juzgado por el PP con la mácula inveraz de ser un presidente ilegítimo, toda vez que había llegado al poder sin ser diputado mediante la fórmula democrática y constitucional de censura a Mariano Rajoy. Ahora, el mismo partido conservador, en estrecha alianza con Vox, en la ultraderecha, ha redoblado sus reparos al mismo político, acusándole por adelantado de todos los peligros para la pervivencia del sistema político y la integridad territorial del Estado, como queda dicho. Sánchez y, por tanto, su Ejecutivo no pueden permitirse fallar.

Entre los 22 integrantes del Consejo de Ministros figura un canario, el expresidente Ángel Víctor Torres (Política Territorial y Memoria Democrática), que se ha comprometido a “trabajar por la convivencia, la cohesión y la memoria”, en tales circunstancias. El socialista canario formará parte de un Gobierno que se le parece, como solo basta recordar su gestión autonómica enfrentado a los más diversos reveses sin bajar la guardia.

Torres, cuya biografía política le describe, en efecto, como un hombre capaz ante grandes y graves adversidades, aporta a este gabinete un talante que la pandemia, los incendios forestales y el volcán de La Palma resumen en una sola palabra: resiliencia. La que necesita en grado sumo el Gobierno más exigido de la historia reciente de este país y al que Europa se encomienda con la mayor confiabilidad. ¡Jaque mate!