Algo tiene la costa silense para que, por ejemplo, su regeneración fuese una de las piedras angulares de los proyectos del Consorcio de la Isla Baja, en línea con el puerto garachiquense, el campo de golf de Buenavista o el ecomuseo de El Tanque. Algo tiene porque, entre otros muchos atractivos, incluye una de las “colecciones” de charcos alineados en poco espacio más espectaculares y visitados de Tenerife, desde la playa o charco de La Araña al de Los Chochos o el de Don Gabino.
Por supuesto que los atractivos se complementan con la playa Agua Dulce (de fina arena volcánica en las grandes bajas) o los charcos de la parte silense de La Caleta de Interián (el Del Inglés, El Cumplido o Juaniquín). Sin embargo, es la zona situada más al oeste, la que mira hacia Buenavista y la Punta de Teno y conocida en gran parte como Sibora (al menos, parte de ahí), la que reúne un mayor número de bañistas, muchos de los cuales visitan y hasta pasan varios días en este rincón con las típicas caravanas, autocaravanas o furgonetas camperizadas.
Eso sí, el problema es que la proliferación ha ido intensificándose a un nivel tan alto desde hace años que, si bien se trata de un polo dinamizador de la economía local, pues muchos de estos campistas consumen en el municipio, al menos para avituallarse, las quejas vecinales y de los usuarios que van a pie o con simples coches que aparcan en las plazas habilitadas también se han intensificado y han convencido al nievo gobierno local de la necesidad de intervenir.
En busca de una regularización que evite los perjuicios y los momentos de caos, al tiempo que se aprovecha este imán económico (aunque sea a pequeña escala), el equipo gobernante, que preside Carmen Luz Baso (PSOE, que cogestiona el municipio junto a Unidos Sí Podemos tras el 28M), tiene previsto regularizar durante este mandato la actividad del camping en Sibora.
Para ello, y según señala a DIARIO DE AVISOS la alcaldesa, se pretende acotar uno o varios espacios para que las autocaravanas y demás vehículos para acampar puedan estacionar, desplegar sus toldos y complementos (mesas, sillas…) y depositar las residuos de forma adecuada.
Baso se ha reunido con la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, para abordar esta cuestión. Según explica, el Consistorio esperará un tiempo prudencial por el contenido de la ordenanza insular que, según le ha indicado Dávila, ya se ha redactado tras la encomienda realizada, aunque aún se desconocen plazos y normas.
No obstante, la mandataria local insiste en que, si el proceso de aprobación definitiva de una regularización insular (con sus preceptivos plazos de recursos y alegaciones) se retraso en exceso, el Ayuntamiento apostará por una ordenanza local que evite los perjuicios que se repiten cada etapa estival, periodo de vacaciones prolongados o durante muchos fines de semana.
CONTROL DE LA POLICÍA
De momento, el Gobierno silense no ha decidido qué espacios en concreto se acotarán ni el resto de normas de esa ordenanza, aunque Baso sí subraya que el control correspondería a la Policía Local. Además, indica que, al tratarse del espacio protegido marítimo terrestre, no se puede aparcar vehículos junto a los charcos y zonas anexas en la vía de tierra que lleva a cada una de las zonas de baño existentes entre la playa de La Araña y el final de esta pista, cerca ya del célebre faro de Buenavista. No obstante, esto suele incumplirse y a veces se agrava el caos para maniobrar, aparte de que no se puede seguir en vehículo hasta el municipio lindante porque la vía acaba precisamente en un charco final de grandes dimensiones y muchas visitas.
Baso considera crucial poner orden a esta actividad sin espantar a sus usuarios para que sigan eligiendo el municipio, pero evitando las graves consecuencias para otros bañistas, visitantes y vecinos que frecuentan o bajan puntualmente a la costa. Aunque se alegra de que la costa silense mantenga sus atractivos y sean valorados por muchos residentes y turistas, cree imprescindible regularizar el campismo mediante normas equilibradas, si bien aún no han decidido si se deberá pagar, si todos los espacios serán gratuitos y otros aspectos.
Lo que sí tiene claro es que la situación no puede prolongarse mucho más tiempo.
Contencioso para reabrir y renovar la concesión de la piscina
Si los charcos silenses son uno de los principales atractivos locales, la ahora cerrada piscinal de El Puertito, también en Sibora, resultó clave durante mucho. Sin embargo, la concesión de Costas que explotaba el Ayuntamiento expiró y, en 2022, se rechazó el recurso municipal.
Para revertir esto, el nuevo Gobierno ha contratado a una abogada especializada en estos contenciosos, porque pretende litigar para reabrir este espacio y lograr una nueva concesión. Según remarca la alcaldesa, no solo se trata de un lugar de baño y ocio de gran arraigo, sino de un punto clave como animador cultural, centro cívico y de actividades públicas o privadas. Por eso, y porque no comparte el criterio de Costas, que ha mantenido el expediente en su poder pese al traspaso de competencias a la Comunidad en enero de 2023, el Consistorio tratará de girar la situación en el juzgado.