La Cueva del Viento, en el municipio tinerfeño de Icod de los Vinos, recibió en 2023 la visita de 22.837 personas de hasta 63 nacionalidades, lo que supuso un 95,5 % de ocupación respecto al total de plazas ofertadas, según ha informado este miércoles el Cabildo de Tenerife.
El espacio, que contabilizó la visita de 4.763 canarios en 2023, es el tubo volcánico más largo de Europa y sexto del mundo, y se originó por las coladas del Pico Viejo, junto al Teide, hace 27.000 años, se explica en nota de prensa.
También se realizaron varias rutas para escolares, en las que participaron 580 estudiantes de 28 centros educativos de la isla.
Durante 2023 se organizaron 1.594 rutas guiadas, de las que 813 fueron en español, 478 en inglés, 193 en alemán y otras 110 específicas para grupos.
Recuerda el Cabildo tinerfeño que la situación de emergencia que derivó del incendio de Tenerife provocó el cierre temporal de la instalación en agosto y hasta alcanzar las condiciones óptimas de seguridad, lo que supuso que se dejaran de ofertar más de 400 plazas en ese período.
Las 3.114 encuestas realizadas a los visitantes han arrojado un grado de satisfacción “excelente” con la experiencia, según expone el Cabildo, que añade que los turistas alemanes la puntúan con un 9,9 sobre 10, mientras los ingleses y españoles con un 9,5 y 9,4, respectivamente.
La Cueva del Viento recibe su nombre por las importantes corrientes de aire que se producen en su interior, donde se extienden sus galerías en tres niveles superpuestos y se cuenta con numerosas ramificaciones aún sin explorar.
La instalación presenta una gran variedad de estructuras de origen primario como gotas de lava, cascadas lávicas, terrazas laterales o lagos de lava.
Además, cuenta con un alto valor ecológico, científico y arqueológico por tratarse del hogar de especies únicas, como la cucaracha sin ojos loboptera subterránea, y alberga restos de enterramientos guanches y fósiles de vertebrados ya extinguidos en la isla, como la hubara, la rata y el lagarto gigantes.