“Lo hemos denunciado ante Puertos Canarias y Pesca y se tiran entre ellos la pelota sin que se ponga remedio a la falta de mantenimiento del refugio pesquero de Tajao, que está hecho un desastre”, afirma Fran García, gerente de la cofradía de pescadores de San Miguel de Tajao, recordando que el anterior Gobierno de Canarias firmó un convenio para ese mantenimiento de la instalación.
En el informe de análisis de las instalaciones enviado a Puertos Canarias y la consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, la cofradía detalla, apoyándose en fotografías, el mal estado del refugio pesquero, con vallas rotas y ferrugientas, barcos abandonados en el varadero, basura y residuos inflamables. “Una dejadez insoportable que necesita una gestión urgente”, señala Fran García, quien recuerda que ni ellos ni el Ayuntamiento de Arico tienen ninguna competencia sobre el mantenimiento de la instalación, que, a veces, se usa para “abandonar barcos que han trincado con drogas”.
En el informe trasladado, que aún no ha recibido respuesta de la Administración regional, se describe “el estado de las instalaciones necesarias para su operatividad como punto de desembarco de productos pesqueros, tal y como se recoge en la orden del 2 de septiembre de 2002, por la que se corrigen errores de la del 1 de julio de 2002, que determina los puertos de desembarque de los productos de la pesca en el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma de Canarias, publicada en el BOC nº.121, miércoles 11 de septiembre de 2002”.
Asimismo, se recalca que ni “el refugio pesquero de Tajao ni ninguna de las instalaciones donde está ubicada la cofradía de pescadores de San Miguel de Tajao no han recibido ningún tipo de inversión para su adecuado mantenimiento. Esta situación, unida a las inclemencias del tiempo en esta zona, habitualmente azotada por los vientos alisios gran parte de año, han degenerado en lo siguiente: el vallado perimetral de la zona del varadero se cae en varios puntos y se ha tenido que amarrar con cuerdas para que no se caiga del todo”.
Las últimas obras, en 2017
Por ello, se solicita a los responsables del refugio, Puertos Canarias y Pesca, “un plan concreto, con fechas y partidas presupuestarias específicas, para la adecuación del refugio pesquero de Tajao y de las instalaciones donde está ubicada la cofradía de pescadores”.
La última intervención en el refugio pesquero data de 2017, cuando Puertos Menores se comprometió con la cofradía a ceder su uso y explotación, mientras que la Viceconsejería de Pesca del Gobierno canario arreglaba el travelling del equipamiento portuario.
Así, la explanada del refugio pesquero se reconvirtió en zona de aparcamiento gestionado por la cofradía de pescadores de San Miguel de Tajao, mientras que las concejalías de Obras y Agricultura, Ganadería y Pesca, del Ayuntamiento de Arico impulsaron actuaciones de mejora en las instalaciones de la cofradía, aunque el mantenimiento correspondería al titular de la instalación, Puertos Canarios, como se recoge en el convenio con Pesca.
En el municipio de Candelaria, sin embargo, ese mantenimiento de su refugio pesquero se hace a través de Epelcan, una empresa municipal, tras un acuerdo con la cofradía de esa zona y Puertos Canarios.
San Miguel de Tajao, en el litoral de Arico, vive casi exclusivamente de la pesca, no solo los que se dedican a ella directamente, sino por la restauración, con once negocios gastronómicos que tienen su razón de ser gracias al pescado que se captura en la zona, sobre la que pende proyectos de eólica marina como una espada de Damocles.