Un grupo de vecinos de La Villa Arriba de La Orotava, en concreto de la calle Buenaventura Machado Melián (antigua calle Duque) y aledañas, han denunciado al DIARIO DE AVISOS los hechos acontecidos durante la noche del pasado sábado y domingo por un grupo de encapuchados contra jóvenes migrantes marroquíes (mayores de edad) que viven en una casa ocupada de la citada vía. Los residentes y algunos familiares se quejan de la falta de presencia policial y que se haya permitido que lo ocurrido el sábado se repitiera, con más gravedad, el domingo pese al antecedente y las explicaciones dadas a la Policía local.
Según la versión de estos vecinos, que están muy alarmados por la espiral de los acontecimientos y que aprecian claramente un delito de odio, durante la primera noche el ataque lo perpetraron en torno a 7 u 8 encapuchados (desconocen las edades, pero creen que probablemente también jóvenes), pero el domingo ya fue una quincena, produciéndose una batalla de piedras porque los atacados repelieron la agresión. Como resultado, entre otros efectos y como muestra la foto adjunta, el cristal de una ventana de la casa quedó destrozado.
La situación preocupa de forma creciente a los vecinos denunciantes y a otros, que, más allá de las lecturas xenófobas o de otro tipo, simplemente están alarmados por unos hechos inhabituales en una zona tradicionalmente tranquila del comienzo de la conocida como Villa Arriba (Cuatro Esquinas, Calle Nueva, Cruz del Teide…) y en la que viven, en su mayoría, personas mayores desde hace mucho tiempo, donde es cierto que hay diversas casas abandonadas, como la ocupada por estos jóvenes (algunos de los cuales cumplieron la mayoría de edad en centros de menores, aunque no todos, según las fuentes).
Según explican a este periódico los residentes preocupados por los ataques racistas, esta vivienda pertenece a una mujer mayor que vive en Santa Cruz y que ni ha denunciado la situación ni mostrado interés por su propiedad. Con independencia, por supuesto, de su derecho a reclamar lo que es suyo y la desocupación si así lo considera oportuno, los vecinos se muestran muy contrariados y preocupados por lo que conciben como una clara manifestación de odio racial y xenofobia que, a su juicio, no se puede tolerar y que requiere de mucha más presencia y control policial diario y constante, dado que los encapuchados, en una escena más propia de otros tiempos y lugares (Sur de EE.UU., por ejemplo) actuaron con total impunidad y propiciaron una pelea con piedras con los jóvenes de la casa, que devolvieron los ataques con las mismas piedras.
Fuentes del gobierno local confirmaron ayer a este periódico que se produjo “una pelea en el exterior de una vivienda ocupada”, aunque insisten en que no fue una batalla campal y que, “inmediatamente, se dirigieron al lugar unidades de la Policía Local y la Guardia Civil, disolviéndose enseguida y ocupándose este último cuerpo de la identificación de los autores”..