El presidente del Cabildo de La Palma, Sergio Rodríguez (CC), reconoció ayer las dificultades que enfrenta la Isla en el proceso de reconstrucción tras la erupción del volcán de Cumbre Vieja hace tres años. Rodríguez señaló que “los tiempos de respuesta no han sido adecuados”, sobre todo debido a la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado, lo que ha complicado tanto la atención inmediata como la planificación de acciones a medio y largo plazo.
El presidente insular explicó que la falta de presupuesto ha limitado la capacidad de respuesta a las necesidades de la población, especialmente en la crisis habitacional, por la que muchas familias continúan viviendo en viviendas temporales, como contenedores o casas de madera. Rodríguez subrayó la importancia de dar una respuesta rápida a esta situación y adelantó que el Cabildo está evaluando la compra de viviendas construidas por el sector privado.
COMPROMISO
Asimismo, Rodríguez admitió que los avances en proyectos esenciales, como la recuperación de la carretera LP-2, no han sido los esperados. A pesar del lo que denomina “liderazgo del Cabildo en la reconstrucción”, reconoció que “no estamos avanzando lo suficientemente rápido” y asumió la responsabilidad por los retrasos. También se refirió a la reapertura de Puerto Naos y La Bombilla, sobre la que consideró que, “aunque la prudencia es necesaria para garantizar la seguridad, pudo haberse acelerado los plazos”.
El presidente insular también abordó las expectativas generadas tras la victoria de CC en las elecciones de mayo de 2023, admitiendo que “no se han cumplido en los tiempos previstos”. Sin embargo, reiteró su compromiso con la resolución de los problemas de la Isla, afirmando que, aunque ha habido errores, “se está trabajando al máximo para lograr la recuperación cuanto antes”.
A pesar de las dificultades económicas y los retrasos administrativos, el presidente nacionalista enfatizó que el Cabildo sigue enfocado en la reconstrucción de infraestructuras. Con empatía, reconoció la desesperación de los residentes y su propia frustración ante la lentitud de los procesos, señalando que no siempre es posible ejecutar acciones de emergencia debido a los procedimientos burocráticos.