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La línea 611; la guagua lanzadera del sur obra de David y Andrea

Impulsada por dos estudiantes, ayer comenzó a operar la nueva lanzadera que une Costa Adeje con el campus de la ULL, ayudando a miles de estudiantes del sur de la isla
La línea 611; la guagua lanzadera del sur obra de David y Andrea

El pasado mes de abril, el Cabildo de Tenerife aprobó una moción que dio luz verde a la creación de nuevas guaguas lanzaderas universitarias desde el norte y el sur de la isla hacia la Universidad de La Laguna (ULL). Tras meses de arduo trabajo, la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, inauguró dos nuevas rutas: la línea 605 y, especialmente, la línea 611, que conecta Costa Adeje con el campus universitario, un servicio largamente esperado por los estudiantes del sur.


Tal y como publicó en primicia DIARIO DE AVISOS, David Bonalde y Andrea Carrero fueron los precursores de esta iniciativa. Aunque sus nombres no aparecen en la moción aprobada, ambos desempeñaron un papel fundamental para que el proyecto se concretara. En un primer momento, recogieron firmas físicas en los diferentes campus de la Universidad de La Laguna y a través de la web de su iniciativa, Propuesta de Línea de Guagua. Gracias al apoyo ciudadano y la amplificación de su propuesta, esta acabó materializándose, lo que evidencia la fuerza de la comunidad frente a problemas de carácter social.


Ayer, durante la inauguración oficial de la línea 611, ambos jóvenes pudieron probar la nueva ruta y expresaron su satisfacción por ver realizado el fruto de su esfuerzo. “Estamos muy contentos”, declaró David Bonalde, quien junto a Andrea inició la recogida de firmas entre estudiantes de la ULL. “Al principio solo eran unas cuantas miles de firmas, sin imaginar que nuestra propuesta llegaría a contar con un apoyo tan abrumador por parte de la ciudadanía, hasta el punto de hacer realidad esta línea”.

AGRADECIMIENTO A LA CONSEJERA


Durante el acto de inauguración, ambos expresaron su especial agradecimiento a Eulalia García, consejera de Movilidad del Cabildo, por su predisposición para impulsar la iniciativa. “Desde el principio, acogió la propuesta y aceleró el proceso”, señalaron.
No obstante, los jóvenes también subrayaron la necesidad de seguir mejorando el servicio. “Esperamos que tanto TITSA como el Cabildo valoren la retroalimentación de los usuarios. Ya hemos recibido comentarios que sugieren habilitar más horarios o convertir la línea en un servicio regular con mayor capacidad, no solo para estudiantes, sino también para los trabajadores de la isla”, comentó Bonalde.
Andrea y David resaltaron el impacto positivo que esta línea tendrá en la vida de muchos estudiantes del sur de la isla. “Nos llena de orgullo saber que, gracias a esta lanzadera, muchos podrán permitirse estudiar en la universidad. Algunos que no podían costearse un piso. ahora tendrán acceso a sus estudios, y otros podrán usar el tiempo que antes invertían en largos trayectos para su ocio”, señalaron. Ambos admiten haber sufrido personalmente las dificultades del transporte durante su etapa universitaria. “Estamos muy contentos de que las futuras generaciones podrán tener un mejor acceso a la educación”, concluyeron.

PROPUESTAS CIUDADANAS


Finalmente, los jóvenes hicieron un llamamiento a las instituciones para que presten mayor atención a las propuestas ciudadanas. “Es fundamental incentivar a la población a proponer soluciones que beneficien a todos los habitantes de la isla”, subrayaron, destacando el valor de la participación ciudadana para crear soluciones que mejoren la calidad de vida.


Así, la línea 611 no es solo una nueva ruta de transporte, sino el resultado de la perseverancia de dos jóvenes estudiantes que, mediante una propuesta bien fundamentada, lograron mejorar las condiciones de vida y transporte para sus compañeros y para la comunidad del sur de la isla, que ha visto una notable reducción en los tiempos de viaje hacia la universidad.

Este caso demuestra la importancia de la participación ciudadana y la necesidad de presentar propuestas sólidas ante las instituciones. En lugar de simplemente señalar un problema, David Bonalde y Andrea Carrero desarrollaron un proyecto con datos y el apoyo de la comunidad, demostrando que es posible influir en las decisiones públicas cuando se actúa de forma organizada y constructiva.

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