El 24 de agosto de 1945, la Nueve fue la primera compañía aliada que entró en el París liberado de los nazis. Eran 130 milicianos, de los que 68 eran republicanos españoles que tuvieron que escapar de las garras del general Franco. Entre ellos, un canario, José Padrón, alias el Sueco -por su trabajo para una compañía de barcos de aquel país-, futbolista y libertario que no dudó en combator el fascismo.
La historia del grancanario José Padrón bien podría haber sido adaptada al cine. Fue el primer futbolista canario internacional absoluto con la selección española tras salir de las filas del Santa Catalina antes de pasar por las del histórico Victoria. Tras jugar en el RCD Espanyol, la guerra civil lo sorprende en Francia acabando enrolado en el Partido Comunista Francés y formando parte de la Resistencia hasta participar en la liberación de París.
Los inicios
José Padrón Martín nace en Las Palmas de Gran Canaria, concretamente en el barrio de La Isleta, el 5 de mayo de 1907, comenzando a jugar a fútbol en su Isla, en el Santa Catalina antes de pasar al RC Victoria. Sería con este club con el que realizó una gira por la Península, entre abril y junio de 1925, captando la atención de varios clubes: el RCD Espanyol se haría con sus servicios.
En el club de la ciudad condal pasaría los cinco próximos años, hasta 1930, destacándose como uno de sus delanteros más técnicos y ganando ana un Campeonato de Cataluña y una Copa del Rey. Seleccionado por España, formó parte del equipo que, el 15 de mayo de 1929, ganó a Inglaterra, cuando nunca antes ningún otro equipo de fuera de las Islas Británicas lo hubiera logrado, entrando así en la historia del combinado español.
En 1930 ficharía por un Sevilla FC en horas bajas. Tres cursos en la capital andaluza, con algunos problemas extradeportivos, dan paso a su fichaje por el FC Barcelona regresando al RCD Espanyol antes que tener que exiliarse…
La marcha a Francia de José Padrón
Su militancia anarquista lo lleva a abandonar España y retirarse del fútbol con solo 27 años. José Padrón se marcha a Francia, donde vuelve a jugar en las filas del Olympique Alés. Era 1936 y en España, tras el alzamiento fascista, estalla la guerra civil. El grancanario cambia de equipo durante los próximos diez años, asegura que para “no dejar pistas” pues su militancia antifascista es cada vez más evidente.
Cuando el 10 de mayo de 1940 la Alemania nazi ataca Francia, se encuentra sin equipo antes de firmar por el Red Star parisino. Pocos sabían que, a estas alturas, José Padrón formaba parte del clandestino Partido Comunista Francés y es militante de la Resistencia, llegando a formar parte de la a 9.ª Compañía de la 2.ª División Blindada, conocida como la Nueve o la División Leclerc que el 25 de agosto de 1944, triunfante, liberó la capital gala.
Jamás regresó a España, ni siquiera cuando Josep Samitier lo invitó, en 1957, a la inauguración del Camp Nou. “No volveré a España mientras Franco esté vivo”, dijo. Moriría nueve años más tarde, en 1966. José Padrón cumplió su palabra.