Bocacangrejo, una tranquila localidad pesquera entre Radazul y Acorán, pasó desapercibida para muchos hasta que un vecino, Rafa, decidió decorar sus paredes y suelos con cientos de corazones de colores.
La idea buscaba alegrar el entorno, pero se ha vuelto tan viral en redes sociales que atrae a numerosos turistas y curiosos que colapsan la carretera de acceso. Así, lo que empezó como un acto creativo se ha convertido en un fenómeno que ha generado problemas de masificación, colas, falta de aparcamiento y mucho ruido.
Este fin de semana, los corazones virales que adornaban la zona aparecieron tachados y rayados. Aunque el autor de los daños no ha sido identificado, muchos vecinos han expresado su frustración ante el aluvión de visitas que trae el entorno, sugiriendo que podrían estar detrás de las pintadas.
En redes sociales, la situación ha generado comentarios polarizados. Algunos defienden la necesidad de proteger el espacio solo para los residentes, mientras otros critican la actuación de Rafa, argumentando que la popularidad de Bocacangrejo se debe a una intervención sin permisos y que incluso arrastra multas impagas.
“Ojalá lo pinten como estaba en sus inicios. Ir a Bocacangrejo es imposible, cuesta mucho aparcar. El problema es que la gente aparca para la foto y la pulsera de Rafa y no permiten el baño…”
“No sé a qué esperan para coger y pintar todo de blanco y que se acabe la tontería”
“Bocacangrejo lo deberían haber cerrado hace mucho y hacerlo un lugar privado con acceso solo para los vecinos “
“Hay que respetar los espacios, el tipo que pintó los corazones lo hizo sin permiso y tiene multa que no ha pagado aún por ser insolvente”
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Con una población de unas 400 personas, que crece en los meses de verano, el pueblo no está preparado para gestionar el flujo constante de turistas. Las deficiencias en infraestructuras y servicios, como la falta de barandillas de seguridad, asfaltado en mal estado y escasez de contenedores, se han vuelto más evidentes con la llegada masiva de visitantes.
Para hacer frente a estos problemas, la Asociación Movimiento Bocacangrejo por los Pueblos de Costa (Moboca) ha surgido como una iniciativa vecinal que busca el reconocimiento del lugar como núcleo urbano consolidado.
Según Luis Blanco y Sandra González, presidente y secretaria de Moboca, la falta de reconocimiento oficial impide que Bocacangrejo reciba las mejoras necesarias. A pesar de la predisposición del Ayuntamiento de El Rosario para ayudar, otras administraciones, como la Dirección General de Costas y el Cabildo, no han respondido a las demandas del pueblo.
Entre las principales necesidades destacan la mejora en la seguridad de las vías, la implementación de servicios de guaguas los fines de semana, la creación de alternativas de estacionamiento y el mantenimiento de las infraestructuras de acceso al mar.
Bocacangrejo, un enclave costero que abrazaba la tranquilidad, se encuentra ahora en el centro de una batalla entre la preservación de su identidad y la gestión de su inesperada fama.
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