El Ayuntamiento de Granadilla de Abona ha aprobado definitivamente el proyecto de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). La iniciativa busca mejorar la calidad del aire, reducir la contaminación y crear espacios urbanos más sostenibles y transitables para los peatones. “El proyecto ya está aprobado para su implementación, pero ahora debemos redactar un proyecto técnico para llevar a cabo las instalaciones necesarias y, posteriormente, desarrollar un sistema informático que gestione la zonificación del aparcamiento”, explicó el concejal de Servicios Públicos y Transición Ecológica, Marcos Antonio Rodríguez Santana. No obstante, reconoció que la ejecución de esta medida será un proceso complejo y largo, que ya “estamos tardando en materializar. Además, los residentes en el municipio no se verán afectados”.
Esta medida está incluida a la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética, que obliga a los municipios españoles de más de 50.000 habitantes a establecer una ZBE como parte del compromiso con el Acuerdo de París de 2015.
La demora en la aplicación de la normativa no es exclusiva de Granadilla de Abona. En 2022, el Defensor del Pueblo advirtió sobre los retrasos en la implantación de las ZBE en varios municipios españoles y calificó la situación de “injustificada”. En este contexto, solicitó información a 18 municipios, entre ellos Arona y Granadilla.
Rodríguez Santana enfatizó que esta medida no solo responde a una obligación legal, sino que supone un beneficio para la ciudadanía: “Más allá de evitar sanciones que provengan de Europa, queremos devolverle al peatón los espacios urbanos”.
Las zonas de bajas emisiones limitarán la entrada de vehículos en función de su etiqueta ambiental, favoreciendo a aquellos con menores emisiones contaminantes. Por su parte, las zonas de cero emisiones (ZCE) estarán destinadas exclusivamente a la movilidad peatonal, restringiendo la circulación de vehículos.
ZONIFICACIÓN
Además, el plan contempla la implantación de áreas de prioridad residencial (APR), espacios en los que el tránsito y el estacionamiento estarán limitados para los no residentes con el fin de preservar la calidad de vida en los barrios. A esto se suma la ORA Ambiental (Ordenanza Reguladora de Aparcamiento), una modalidad de estacionamiento regulado con tarifas diferenciadas según el impacto ambiental del vehículo, penalizando a los más contaminantes.
En cuanto a la gestión del aparcamiento, se establecerán dos tipos de zonas: las zonas verdes, que estarán reservadas para residentes autorizados y se ubicarán en calles interiores de los barrios y las zonas azules, que fomentarán la rotación de vehículos, permitiendo el estacionamiento de cualquier usuario.
Uno de los puntos clave del plan es la intervención en los dos núcleos costeros granadilleros más importantes: El Médano y Los Abrigos. El Médano se convertirá en una ZCE de 10,7 km², con peatonalización progresiva de calles como Evaristo Gómez González y José Galván Bello, y la incorporación de la Avda. de Francia y la calle Tenerife a la zona de aparcamiento regulado. En Los Abrigos, el plan contempla la peatonalización del paseo marítimo y la conversión del núcleo en un área de prioridad residencial.
El análisis ambiental previo a la zonificación identificó el tráfico rodado, el polvo en suspensión y algunas emisiones industriales como las principales fuentes de contaminación del municipio.
Rodríguez Santana subrayó que la iniciativa no solo tiene un impacto ambiental, sino también comercial y social: “vamos a tener entornos más sostenibles y atractivos y también dinamizaremos las zonas comerciales abiertas”.
Dentro de la nueva regulación, los taxis y los vehículos especiales, o de servicios de seguridad pública y privada, podrán acceder a la ZBE “sin restricciones ni necesidad de trámites previos”. Por otro lado, las personas con movilidad reducida (PMR), bicicletas y vehículos de movilidad personal (patinetes eléctricos) también estarán autorizados a circular libremente en estas zonas.
Sin embargo, ciertos colectivos deberán registrarse para poder acceder. Los propietarios de plazas de aparcamiento, comerciantes y hoteleros deberán completar un registro previo para obtener autorización. Las operaciones de carga y descarga estarán sujetas a un tiempo límite de 30 minutos, una restricción que se endurecerá a partir de junio de 2027, cuando los vehículos sin distintivo ambiental ya no podrán ingresar.
La implantación de la ZBE contempla también medidas de control del tráfico y el estacionamiento. Se establecerán restricciones vehiculares basadas en las distintas etiquetas ambientales, prohibiendo el acceso a los vehículos más contaminantes (categoría A, con matrículas anteriores a 2006).
APARCAMIENTOS DISUASORIOS
El ayuntamiento, de esta forma, implementará zonas de estacionamiento regulado en San Isidro, respondiendo a la demanda de empresarios locales. La empresa Sermugran gestionará estas áreas. Además, se habilitarán aparcamientos disuasorios (estacionamiento en las afueras para reducir el tráfico en el centro) en la calle Tenerife (El Médano), C/Brasil (El Médano) y junto al SIEC (San Isidro).
Para reforzar la seguridad y controlar los accesos, se instalarán cámaras de vigilancia y sistemas automáticos de identificación. Se prevé la colocación de 12 cámaras de lectura de matrículas en El Médano y 7 en Los Abrigos. El proyecto ya ha sido aprobado por la Junta de Gobierno Local, con un presupuesto de casi un millón y medio de euros destinado a “suministros, instalación y puesta en marcha”. Actualmente, entra en su fase de desarrollo técnico y planificación, a la espera de aprobar una ordenanza municipal.