El Fraile, núcleo del municipio de Arona, aspira a convertirse en mayo de 2025 en el pueblo más limpio de toda Canarias. A día de hoy, la realidad dista mucho de esa meta: más de una treintena de solares acumulan residuos de todo tipo —sombrillas, cristales, latas, excrementos de perro o televisores— y la sensación general es de abandono. Sin embargo, un movimiento vecinal liderado por Juan José Santana ha iniciado una iniciativa social que, poco a poco, está cambiando el panorama.
“En mayo vamos a tener un pueblo nuevo. Un pueblo limpio, que huela bien, donde podamos salir y ver que todo está en armonía. Esa es la idea: celebrar en junio unas fiestas con un motivo real para sonreír”, explica Santana, impulsor de En mayo de 2025, El Fraile estará limpio.
Para este motivo, la asociación ya ha organizado a más de 70 personas voluntarias, muchas de ellas conocidas, amigas o simplemente vecinos que han decidido actuar.
Juan José Santana, integrante del grupo musical Sin Fundamento y conocido autor de la canción Mi Higo Pico Flower llegó a El Fraile en noviembre de 1993. “Tuve una gran primera impresión del pueblo. Había menos gente y no existía el problema de suciedad que tenemos ahora”, recuerda.
Con el tiempo, la realidad cambió: el crecimiento poblacional, la falta de concienciación y el abandono institucional hicieron mella en el pueblo. “Aquí viene gente de muchos países. Eso genera una riqueza cultural enorme, pero algunas costumbres, como tirar la basura en cualquier sitio, se han convertido en un problema”, lamenta.
La lucha comenzó hace 26 años, con medios precarios. Santana asegura que “quemaba la basura en bidones donde antes había aceite”.
Cita que para llegar a cabo estos trabajos de limpieza “pedíamos tractores y bandejas a empresas locales”. Recuerda con humor cómo un sacerdote le invitó a misa para buscar apoyo vecinal: “Le dije que iría si me dejaba dar el sermón. Allí hablé de civismo y le pedí a Dios ayuda para que la gente entendiera la importancia de un pueblo limpio”.
La situación ha obligado al grupo a ir más allá de la recogida: han empezado a identificar a quienes ensucian.
“Hemos abierto bolsas y encontrado documentos y se los hemos entregado a la Policía Local. En algunos países como Alemania o Italia ya se sanciona así, y en algunos lugares de Canarias, como en Los Llanos de Aridane, también lo hacen”, señala Santana.
Algunas bolsas, dice, han aparecido con restos depositados por comercios locales o incluso, especifica, de clínicas ajenas al barrio. “Una vez me dejaron una bolsa frente a mi casa que venía de una clínica en Las Galletas. Me fui directo a increparlos”.
Concienciación con carteles
El objetivo no es el castigo, sino la concienciación a través de carteles. Santana reflexiona sobre el poder de la política en este tipo de situaciones: “Cada cuatro años nos ponen publicidad con sus caras para que les votemos, ¿por qué no ponerlos con este motivo y concienciar a la gente? Queremos educar. Si enseñamos civismo, en un futuro, quizás, puedan crecer flores en este pueblo. La solución, en un primer momento y prioritariamente, está en la educación, no en la represión”, defiende.
Aun así, se barajan medidas más firmes. Santana propone incluso que, si no funciona la concienciación, se sancione a la calle donde aparezca basura. “Es una medida injusta, sí, pero haría remover conciencias”, admite.
El proyecto cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Arona, con Clari Pérez, concejala de Medioambiente, al frente. En las últimas semanas, la edil ha mantenido reuniones frecuentes con los impulsores de la iniciativa, reconociendo el valor de este tipo de movimientos vecinales. Pérez recuerda, además, otras experiencias similares en el municipio, como la impulsada en Ten Bel —a la que este periódico dio voz recientemente—, y destaca la necesidad de seguir fomentando la implicación ciudadana en el cuidado del entorno.
“Apoyamos estas iniciativas. Son necesarias y estamos trabajando para reforzar los recursos”, acredita. Pérez asegura que beneficiará a esta iniciativa con bolsas, rastrillos, bandejas, además de prever una ampliación del servicio de limpieza municipal a partir de junio.
Otra de las medidas concretas será la colocación de carteles por todo el núcleo, una demanda clave del colectivo vecinal. “Hay que ser pedagógicos y dejar claros los horarios de recogida de enseres. Coincidimos con Juan: hay que educar, y también recordarle a ciertos comercios que deben cumplir las normas”, subraya Pérez.
Una causa que une
Más allá de la limpieza, el proyecto tiene un componente social profundo. “Todos los partidos políticos separan a la ciudadanía. Hay que ensalzar este tipo de proyectos que unen a las comunidades. Cohesiona culturas, vecinos, generaciones”, afirma su promotor. “Es como cuando te enamoras. Te ciegas. Solo importa sacarlo adelante”.
Y es que El Fraile, pese a su abandono histórico, atesora una fuerte identidad. “Es un pueblo que posee un buen rollo increíble. Una multiculturalidad de otro nivel, una iglesia hermosa, un campo de fútbol a la altura de su gente… Merecemos servicios acordes a una correcta calidad de vida”, resume Santana.
Mientras tanto, 11 camiones han trabajado en labores de recogida. Santana asegura que en los últimos meses han limpiado decenas de bandejas de basura. Y aunque los retos persisten, “el cambio ya es visible”, sostiene.
“En la vida hay que organizarse. Este mayo no será solo un mes cualquiera: será el nacimiento de un pueblo nuevo”, concluye, convencido de que, esta vez sí, El Fraile brillará con luz propia.
Hasta once camiones han sido requeridos para la recogida de basura
La asociación de vecinos ha requerido de hasta 11 camiones que han trabajado en labores de recogida. Santana asegura que han limpiado decenas de bandejas de basura. Y aunque los retos persisten, “el cambio ya es visible”, asiente.