Otra vez el Tenerife se tropieza con Óliver de la Fuente Ramos. El trencilla pucelano, con el que los blanquiazules no ganan desde la temporada 21/22, impidió que los de Álvaro Cervera no sumaran en la noche de ayer los tres puntos en Riazor. El colegiado escamoteó dos penaltis claros al conjunto blanquiazul: un atropello de Helton sobre Diarra y una clara zancadilla sobre Luismi Cruz que el VAR sí apreció pero que el colegiado no quiso señalar. Dos penas máximas que dejan al Tenerife sin posibilidad de fallar en lo que queda de campeonato.
Tenerife y Deportivo disputaron una primera parte sumamente igualada, pero que pudo haberse decantado claramente a favor del equipo tinerfeño si el colegiado de la contienda, Óliver de la Fuente Ramos, hubiese pitado un claro penalti cometido sobre Luismi Cruz.
El ’11’ cae en el minuto 41 en el área zancadilleado por un defensa, pero el árbitro decide no pitar penalti y muestra tarjeta amarilla al jugador por simulación. El VAR, con Moreno Aragón al mando, llamó al trencilla para ver la acción en el monitor al apreciar claramente que hubo contacto en la pierna izquierda del habilidoso atacante andaluz. A pesar de haber visto la jugada repetida, el colegiado se reafirmó en lo decidido: no señaló el penalti y mantuvo la tarjeta por simular la pena máxima.
Antes de eso, muy al principio del encuentro, Diarra fue claramente derribado por el meta deportivista, que arrolló al blanquiazul cometiendo otro claro penalti que tampoco fue tenido en cuenta por el vallisoletano, quien arrastra un historial negro en contra del Tenerife (los blanquiazules solo han podido ganar cinco partidos de los 29 que les ha pitado el trencilla pucelano).
De resto, el Tenerife completó un primer acto muy serio, e incluso controló la posesión del balón frente a un ‘Depor’ que solo se acercó a la meta de Badia en dos imprecisiones de la zaga visitante.
Tras el paso por los vestuarios, el Deportivo saltó al verde más despierto que su rival y disfrutó de dos claras ocasiones de gol. La primera de Yeramay como protagonista, tras superar a César y Mellot. La segunda fue un remate de cabeza que se fue por la derecha de la meta defendida por Badia por poco.
No tardó demasiado del Tenerife en equilibrar, de nuevo, el partido, aunque es cierto que el cuadro coruñés tenía más peligro que su rival.
Cervera intentó hacer crecer a su equipo con los cambios y en el minuto 67 metió en el campo a Cantero y a Enric Gallego, por lo que retiró a Luismi Cruz y a Maikel Mesa.
Nada más entrar al terreno de juego, Gallego fue amonestado con una cartulina amarilla (min 69), mientras que Cantero protagonizó tres disparos consecutivos sobre la meta gallega, provocando los pitos en Riazor. El primero un disparo con rosca del ’19’ visitante que el guardameta local despeja a saque de esquina.
La entrada de Cantero al encuentro fue un soplo de aire fresco para el Tenerife. Todos los balones que tocaba se convertían en una acción de peligro para la meta defendida por el meta Helton Leite.
No obstante la ocasión más clara del partido la tuvo Enric Gallego en el minuto 80. El punta se quedó solo delante de Helton en un claro mano a mano de esas que nunca se pueden fallar. El meta del ‘Depor’ se hizo gigante y tapó toda su portería al ariete tinerfeñista, que desperdició la ocasión más clara de marcar del partido.
En el 87 y con Waldo fundido, Cervera retiró al extremo para dar entrada a Marlos Moreno, que se colocó en la banda izquierda, mientras que Cantero se fue a la derecha.
Pero fue el Deportivo el que más apretó en la recta final, aunque sin consecuencias para un Tenerife que se queda sin opciones para fallar a partir de ahora.