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Usan drones en busca de especies vegetales para reducir el calor en Tenerife

El Cabildo, a través del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables, pone en marcha el proyecto Paulia para evaluar y mejorar el clima en pequeñas áreas urbanas vulnerables
El primero de los vuelos se realizó en San Isidro, en el municipio de Granadilla. DA
El primero de los vuelos se realizó en San Isidro, en el municipio de Granadilla. DA

El Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) ha realizado el primer vuelo de dron del proyecto Paulia, una iniciativa que pretende identificar especies vegetales de interés en Canarias para reducir el calor.

En el proyecto participan la empresa de Servicios Municipales de Granadilla de Abona (Sermugran) y la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) a través de dos centros de investigación, como el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (IETcc-CSIC) y el Real Jardín Botánico (RJB-CSIC).

Paulia es una iniciativa financiada por el Ministerio de Ciencia e Innovación a través de la Agencia Estatal de Investigación y por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation y cuenta con un presupuesto de 754.801,38 euros.

El primer vuelo se realizó en San Isidro (Granadilla), que ha sido seleccionado como uno de los diez núcleos urbanos del proyecto, el cual abarca todo el territorio estatal. Los vuelos con dron tuvieron como objetivo la toma de imágenes térmicas aéreas de baja altura en puntos seleccionados dentro del núcleo urbano de San Isidro. Estas capturas permitieron analizar las variaciones de temperatura en superficies y áreas específicas, facilitando la obtención de datos precisos para estudios técnicos. Las imágenes obtenidas fueron procesadas y analizadas para identificar patrones térmicos, detectar posibles anomalías y contribuir al desarrollo de estrategias fundamentadas en datos reales dentro del proyecto.

El consejero de Innovación, Investigación y Desarrollo, Juan José Martínez, explica que “el proyecto Paulia consiste en una herramienta integrada para evaluar y mejorar el clima en pequeñas áreas urbanas vulnerables mediante la identificación de puntos calientes y la aplicación de soluciones basadas en el tipo de material del suelo y la vegetación. Desde el ITER, llevamos a cabo este tipo de colaboraciones con empresas y organismos de investigación para promover el desarrollo de nuevas tecnologías, contribuir a la creación de nuevos productos y servicios, lo que a su vez genera empleo y diversifica la economía insular”.

El dron utilizado para este vuelo inicial fue el DJI Matrice 350 RTK, que voló a una altura máxima de 40 metros sobre el nivel del suelo. Para la realización de todos los vuelos se contará con las autorizaciones necesarias de ENAIRE, y se tomarán las precauciones adecuadas para garantizar la seguridad en todo momento. Durante los vuelos, se implementan medidas de seguridad.

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