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Expertos advierten del riesgo de extinción del cachalote en Canarias

Dos nuevos ejemplares han aparecido muertos en las últimas horas en aguas del Archipiélago

Las colisiones con embarcaciones continúan siendo una de las principales causas de mortalidad del cachalote en Canarias. Este miércoles, 21 de mayo, se ha confirmado la aparición de dos nuevos ejemplares muertos con grandes cortes compatibles con el impacto de hélices de buques. Así lo advierten Natacha Aguilar de Soto, investigadora del Centro Oceanográfico de Canarias (IEO/CSIC), y Marc Martín Solá, de la Universidad de La Laguna, quienes alertan de un posible colapso poblacional local si no se adoptan medidas urgentes.

Uno de los cachalotes apareció varado en Fasnia, al este de Tenerife. Se trata de una hembra de aproximadamente 9 metros, una longitud que indica su llegada a la madurez sexual. Según los investigadores, probablemente solo se haya reproducido una vez, o incluso ninguna. El segundo ejemplar, todavía a la deriva en aguas cercanas, es de menor tamaño, lo que sugiere que se trata de un juvenil.

La biología del cachalote se caracteriza por un ritmo reproductivo muy lento. Las hembras pueden tener, como mucho, unas diez crías en toda su vida. La gestación dura entre 14 y 16 meses, seguida de varios años de lactancia y acompañamiento. Los grupos familiares son matrilineales y estables, con vínculos sociales duraderos, donde las hembras más veteranas juegan un papel clave en la transmisión de conocimientos sobre las zonas de alimentación.

Según Aguilar de Soto y Martín Solá, los últimos estudios apuntan a un declive catastrófico de la población de cachalotes en Canarias, con una reducción a la mitad de su abundancia. A pesar de que llegan individuos de otras zonas del Atlántico noreste, el Archipiélago se ha convertido en un “hábitat sumidero atractivo”: ofrece buenas condiciones para la especie, pero el riesgo de colisión es tan elevado que mueren más ejemplares de los que nacen.

El cachalote es el mayor depredador del océano y posee el cerebro más grande del reino animal. Utiliza potentes chasquidos para la ecolocalización en aguas profundas, lo que requiere largos periodos de descanso en superficie. Sin embargo, la presencia constante de embarcaciones, cuya velocidad media y densidad ha aumentado considerablemente en las últimas décadas, interrumpe ese descanso. Los cachalotes han terminado por tolerar el paso cercano de los buques, hasta que uno de esos encuentros resulta letal.

Descenso acusado en las Islas

En menos de una generación de cachalotes, explican los autores, se ha más que duplicado la velocidad de navegación y triplicado el número de barcos en algunas zonas. Estos cambios, demasiado rápidos para permitir una adaptación del comportamiento del animal, han convertido los océanos en autopistas de alta velocidad sin regulación específica en las áreas de descanso o reproducción de estos cetáceos.

Canarias alberga grupos familiares residentes durante todo el año, con individuos identificados desde hace décadas. Aunque el cachalote está presente en todos los océanos del mundo, el descenso de su población en el Archipiélago es especialmente acusado, con consecuencias ecológicas y científicas de amplio alcance.

Ambos investigadores concluyen que el problema no solo afecta a la biología del cachalote, sino también a la gestión del tráfico marítimo. La acumulación de muertes por colisión evidencia que las medidas actuales no son suficientes para garantizar la conservación de esta especie en aguas canarias.

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