La Asociación Ambiental Costa del Silencio Limpio, formada por una treintena de residentes, mayoritariamente mujeres de distintas nacionalidades, que se dedica a limpiar y recuperar espacios abandonados del que fuera el primer núcleo turístico del sur de Tenerife, celebró este fin de semana su última acción en beneficio de la ciudadanía: la puesta a punto del histórico parque infantil de Damon Park, en Ten-Bel.
Tras rehabilitar el minigolf en marzo pasado, que llevaba 30 años en ruinas, el colectivo liderado por Hannelore Ottevaere, vecina de la urbanización Chayofita, se puso manos a la obra para que este lugar, hasta ahora dejado de la mano de Dios y sin posibilidad de uso por su estado de deterioro, vuelva a ser lo que fue para miles de niños de un par de generaciones: un espacio para disfrutar.
Después de pedirle al Ayuntamiento de Arona la retirada del tobogán de hierro, en muy mal estado, esta asociación vecinal compró con sus fondos, adquiridos a través de donaciones, un nuevo tobogán de madera, dos columpios para niños y niñas y un tercero para bebés.
Además, este grupo de ciudadanas limpió y podó los árboles de la zona, eliminó todas las estructuras metálicas oxidadas –un auténtico peligro para cualquier menor-, que reparó y pintó; filtró la arena del recinto para eliminar la basura (colillas y fragmentos de vidrio, sobre todo) y construyó una caseta para colocar libros y fomentar la lectura entre los más pequeños. Una iniciativa basada en el éxito de la biblioteca para adultos creada en la antigua estación de tren y que ha tenido que ser ampliada dado el gran número de libros entregados.
Casi un centenar de niños y niñas lo pasaron en grande el pasado sábado en el acto de inauguración del parque infantil con las atracciones, pintacaras, música, zumba, exhibiciones de kárate y actividades como el pintado de las flores dibujadas en el muro interior del recinto.
MUCHOS RECUERDOS
“Este parque infantil está lleno de recuerdos y nos sentimos muy felices de que vuelva a abrirse al público”, señaló ayer a este periódico Hannelore, quien se mostró “feliz” porque el icónico espacio “vuelva a cobrar vida”. Si había un comentario generalizado entre los asistentes ese fue el de “yo jugué aquí cuando era un niño o una niña”, señaló la líder vecinal.
Durante el acto, la Asociación Ambiental Costa del Silencio Limpio entregó una donación al presidente del refugio animal de Parque La Reina.
Las voluntarias de esta asociación salen a limpiar todos los martes y jueves a las 17.00 horas. “No nos vendría nada mal algún refuerzo de gente de aquí”, señaló la fundadora de la asociación.
Su labor de casi dos años de zafarranchos en la urbanización ha sido reconocida recientemente por el Ayuntamiento de Arona con la apertura de un expediente para la concesión de Honores y Distinciones por su “encomiable labor y enorme contribución a la comunidad”, tras aprobarse en Pleno una moción presentada y defendida por la primera teniente de alcalde Clari Pérez.
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