Un agente de la Guardia Civil ha compartido en un foro especializado cuáles son los colores de coche que más suelen atraer la atención en los controles de carretera, especialmente en épocas con mayor vigilancia como el verano. Según su testimonio, el color del vehículo, junto con la apariencia de los ocupantes, puede ser determinante a la hora de decidir si se detiene o no un automóvil.
Durante los operativos establecidos por la Dirección General de Tráfico (DGT) en estas fechas, se incrementan los puntos de control en las principales vías del país. En ellos se realizan pruebas de alcoholemia, inspecciones de documentación y verificaciones del estado general del vehículo.
Los agentes que supervisan estas actuaciones disponen de una zona de filtrado en la que seleccionan a qué vehículos detener, siguiendo criterios que no son del todo aleatorios y que dependen en muchos casos de indicaciones específicas.
Aunque existen instrucciones claras para priorizar determinados tipos de vehículos como motocicletas, furgonetas o turismos, los guardias también aplican criterios propios. Detalles como llevar gorra o mantener las gafas de sol puestas al interactuar con los agentes pueden influir en la decisión de dar el alto.
Conducir un coche de este color aumenta las paradas en controles
En cuanto al color, este agente asegura que los coches pintados en tonos como el amarillo chillón, también llamado “amarillo pollo”, encabezan la lista de los que más llaman la atención en un control. Este color, habitual en vehículos compactos deportivos de finales de los 90 y principios de los 2000, como el Seat León, sigue siendo considerado un factor que despierta sospechas.
Le sigue el color rojo, tradicionalmente vinculado a vehículos de carácter deportivo. Aunque tanto el rojo como el amarillo son tonalidades fácilmente visibles en carretera y suelen estar implicados en un menor número de accidentes, continúan siendo objeto de especial atención por parte de los agentes.
En tercer lugar, y con menor frecuencia, el color negro también figura entre los más observados durante estas inspecciones.
Cabe recordar que en 2024 la DGT realizó alrededor de siete millones de pruebas de alcoholemia en todo el territorio nacional, por lo que no resulta inusual que cualquier conductor sea detenido en algún momento del año para una comprobación rutinaria.