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Se acerca un episodio de “tormentas muy fuertes y calor canicular”: ¿qué pasará en Canarias?

Los meteorólogos advierten de su inminente llegada
Tormentas en Tenerife. | Fran Pallero
Archivo de tormentas en Tenerife. | Fran Pallero

Samuel Biener, climatólogo de Meteored, ha advertido de la llegada inminente de un episodio caracterizado por tormentas muy fuertes acompañadas de temperaturas propias del periodo canicular en España.

Durante la jornada anterior, las precipitaciones volvieron a presentarse de forma localmente intensa, acompañadas de fenómenos adversos como granizo y rachas de viento en el interior oriental de la Península, afectando especialmente a las provincias de Teruel y Albacete, donde el pedrisco ha causado daños significativos en diversas comarcas.

Según las previsiones de Meteored, en los próximos días continuará la alternancia entre las tormentas y el aumento progresivo de las temperaturas. La configuración atmosférica estará dominada por la presencia de danas situadas al oeste de la Península Ibérica, las cuales favorecerán la entrada de una masa de aire muy cálido desde el suroeste del continente europeo hacia el territorio peninsular. El Archipiélago canario permanecerá en el borde de esta situación, sin verse directamente afectado por los fenómenos más adversos.

Una masa de aire anómala

La masa de aire que se desplazará sobre la Península será anómala para estas fechas de junio, alcanzando en algunos momentos temperaturas de hasta 28 grados a unos 1.500 metros de altitud. Aunque no se espera que este episodio sea clasificado como ola de calor, al no cumplir todos los criterios establecidos, se alcanzarán registros que pueden resultar perjudiciales para la salud en determinadas zonas.

A pesar del predominio de las altas presiones en superficie, en niveles altos de la atmósfera persistirá algo de aire frío, lo que favorecerá la formación de chubascos y tormentas en varias comunidades. Estos fenómenos contribuirán a contener parcialmente el ascenso térmico. Otro factor que podría limitar el aumento de las temperaturas será la presencia de polvo en suspensión, previsto durante prácticamente toda la semana.

Los modelos del Centro Europeo de Predicción apuntan a que las temperaturas se situarán entre 6 y 10 grados por encima de los valores habituales para estas fechas en regiones como Extremadura, el oeste de Castilla-La Mancha, buena parte de Castilla y León, el interior de Galicia y zonas de la Cordillera Cantábrica.

En el resto del país, los termómetros se elevarán entre 3 y 6 grados sobre la media, alcanzando registros más propios del periodo de máximo calor estival. En Canarias, las temperaturas se mantendrán más moderadas en comparación con la Península.

Días de mayor afección

En diversas localidades peninsulares se superarán los 35 grados, con los días más cálidos previsiblemente concentrados entre el miércoles y el viernes. Durante este periodo, capitales como Sevilla, Córdoba, Madrid, Badajoz, Toledo, Zaragoza, Lleida o Ciudad Real podrían registrar temperaturas máximas entre 38 y 40 grados. En la cornisa cantábrica, ciudades como Bilbao u Oviedo podrían superar los 30 grados.

Por las noches, se extenderán los episodios de noches tropicales —aquellas en las que las temperaturas mínimas no descienden de los 20 grados— especialmente en Andalucía, el litoral mediterráneo, la meseta sur, el valle del Ebro y las depresiones del noreste. En algunos casos se registrarán mínimas tórridas, con valores superiores a los 25 grados, incluso en capitales de Castilla y León.

Respecto a las tormentas, los modelos de alta resolución prevén que, durante la primera mitad de la semana, se concentren principalmente en la meseta sur, Andalucía y el interior oriental peninsular. Estos episodios podrían dejar precipitaciones intensas o muy intensas, con riesgo de inundaciones repentinas en barrancos y ramblas. El jueves se extenderán a más regiones, el viernes volverán a afectar al este interior y el sábado se desplazarán hacia el norte.

Se espera una importante actividad eléctrica, lo que incrementará el riesgo de incendios forestales, como el registrado recientemente en Chinchilla (Albacete), originado por el impacto de un rayo. Además, algunos de estos núcleos tormentosos podrían presentar una elevada organización, generando granizo, vientos fuertes y otros fenómenos meteorológicos adversos.

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