El icónico Gran Hotel Taoro, ubicado en Puerto de la Cruz (Tenerife), reabrirá sus puertas el próximo 15 de septiembre con una ambiciosa apuesta por la alta cocina, encabezada por los reconocidos chefs con estrella Michelin Ricardo Sanz y Erlantz Gorostiza, según ha anunciado la dirección del establecimiento.
Con una historia que se remonta a 1890, cuando fue inaugurado como el primer gran hotel de lujo de España, el Taoro inicia ahora una nueva etapa en la que conjuga su legado histórico con un enfoque contemporáneo centrado en la exclusividad y la integración con el paisaje del Valle de La Orotava.
La completa renovación del emblemático edificio ha estado a cargo del estudio tinerfeño Dishot Insular, perteneciente al Grupo Dishot, especializado en interiorismo y equipamiento para el sector hotelero.
La historia de película del hotel Taoro
La historia del Hotel Taoro comienza en 1888, cuando se crea The Taoro Company Limited con el objetivo de levantar un gran establecimiento hotelero en la ciudad. El diseño fue obra del arquitecto francés Adolph Coquet y, tras dos años de obras, el edificio central se inauguró el 22 de diciembre de 1890. Las alas laterales no se completaron hasta 1893. Según el investigador Bernardo Cabo, el hotel contaba con más de 15.700 metros cuadrados repartidos en varias plantas, incluyendo torreones en las esquinas y hasta 217 habitaciones. Sus instalaciones destacaban por su lujo, con biblioteca, sala de billar, comedor para cien comensales, salones y jardines de estilo francés e inglés. En uno de sus senderos se construyó la primera pista de tenis de Canarias, a lo largo del conocido camino de La Sortija.
A lo largo de su historia, el Taoro acogió a figuras ilustres como el rey Alfonso XIII, Eduardo VIII del Reino Unido —cuando aún era duque de Windsor—, los duques de Kent, el rey Alberto I de Bélgica o la escritora Agatha Christie. Entre 1905 y 1911 fue gestionado por una compañía alemana que lo rebautizó como Kurhaus Humboldt, apostando por un modelo de turismo de salud.
La I Guerra Mundial supuso el inicio del declive del hotel, que nunca volvió a alcanzar la intensidad de sus primeros años. Las sucesivas gestiones no lograron mantener el nivel de actividad y el Taoro sufrió su mayor golpe en la madrugada del 8 al 9 de mayo de 1929, cuando un incendio destruyó buena parte del edificio. En 1932 se aprobaron las obras de reconstrucción, aunque tanto la Guerra Civil como la II Guerra Mundial interrumpieron su recuperación definitiva.
En 1945 el Cabildo de Tenerife se hizo con la mayoría de las acciones. A partir de 1950, el hotel fue gestionado por la cadena Husa Hoteles durante un cuarto de siglo. En 1979 se convirtió en la sede del Casino Taoro, que funcionó hasta 2007, año en el que se trasladó al complejo del Lago Martiánez.






